Descubriendo el HUCA

Retorno al hogar tras una semana de internamiento en el Hospital Central Universitario (HUCA) como consecuencia de una inesperada bajada de defensas, lo que en estos tiempos que vivimos es más que peligroso, pero una eficaz reparación de chapa y pintura y algo de motor me ha puesto de nuevo en forma, que la situación periodística no está la temporada como para perdérsela.
Aunque cliente, como paciente del HUCA nunca había pasado por la experiencia de una entrada en urgencias y posterior aterrizaje en una habitación de la planta séptima. Para los que ya hemos cruzado los 70, para todo asturiano en general, disponer de una hospital como el que nos ocupa es algo que cada día me sorprende con las instalaciones que tiene y por supuesto por la eficiencia de su equipo profesional desde médicos a enfermeras, auxiliares, celadores, limpiadoras. etc. Una empresa modelo de la sanidad pública, considerada entre los veinte mejores hospitales de España con 5.000 profesionales cuya eficacia, en la parte que me toca, he podido comprobar en los seis días de internamiento. Además de estudios, análisis, pruebas, etc. relacionadas con rapidez y eficacia, mi ánimo no tuvo ni un momento de desmayo por el exquisito trato, amabilidad y cercanía con que me trataron desde la doctora especialista hasta las encargadas de la vigilancia durante la noche. Limpieza máxima y organización, hasta el punto que me sorprendió los menús personalizados con mi nombre y a los que ya estaba cogiendo gusto.
En esta querida región, que si como dice el presidente de FADE Belarmino Feito de continuar así nos vamos al carajo, camino de bajar del millón de habitantes, disponemos de un hospital de champions, cabeza de otros así mismo de gran prestigio que cubren el Principado, y que constituyen una red sanitaria publica única en España en calidad y precio que diría el tendero del pueblo.
Insisto en mi reconocimiento por el trato recibido, que personalizo en la doctora María Isabel Muñiz García, extensible, por supuesto, a todo el quipo de la planta 7, y mi admiración por estás instalaciones del Principado de Asturias que a tantos ciudadanos/as atienden los 365 días del año. Aprovecho para reiterar lo que manifesté a través de las cámaras de la TPA el día en que falleció Vicente Alvarez Areces. Discrepé con él, ideologías aparte, en algunos temas a lo largo de los años en nuestra relación política periodística pero siempre defendí su proyecto para un nuevo HUCA, de ahí que sería justo que se pusiera su nombre al mismo. Que así sea.



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