Gazpacho andaluz

Sorpresa y conmoción en Andalucía y en España por el resultado de las elecciones autonómicas en la más poblada comunidad de nuestro país. A bote pronto decir que la izquierda se ha hundido y la derecha revive con la espectacular irrupción en el parlamento de VOX y también con el espectacular aumento en votos y escaños de Ciudadanos.

Pienso que es lo que le está pasando a la izquierda es que remover el pasado, ahora que la Constitución cumple 40 años, trae estas consecuencias. Craso error por parte de la izquierda si pensaban que una parte de la sociedad española iba a quedarse tranquila ante el avance ideológico y político de la misma. Increíble los errores del CIS en sus encuestas sobre las elecciones andaluzas. Es lo que ocurre cuando al frente de estos organismos se coloca a forofos y no a profesionales asépticos e independientes y el actual titular José Félix Tezanos es forofo, y de los radicales, del PSOE.

Ahora queda lo más difícil, elegir un nuevo presidente para la Junta de Andalucía. Esta mañana el secretario de organización socialista, el ministro Abalos, ha pedido a Ciudadanos su apoyo para que Susana Díaz siga como presidenta. Me temo que no, que el partido de Albert Rivera ya le dio la espalda rompiendo su pacto con el PSOE y obligando a Susana Díaz a convocar estas elecciones cuyo resultado le ha saldo rana. También podría el PSOE andaluz apoyar a Ciudadanos para frenar la presencia de Vox en el parlamento. Sería un haraquiri socialista en aras de salvaguardar a la izquierda y frenar a la ultra derecha pero lo cierto es que a PSOE y a Ciudadanos les falta un escaño para alcanzar la mayoría absoluta por lo que tendrían que contar con Adelante Andalucía, algo por lo que seguro no está dispuesto a pasar Albert Rivera.

La única mayoría absoluta es la que forman PP, Ciudadanos y Vox con dos aspirantes a la presidencia, Juan Moreno y Juan Marín, claro que como tienen que contar con los 12 escaños de VOX ambos partidos, PP y Ciudadanos, perderán su aureola centrista, especialmente si el nuevo gobierno se nutre de las tres formaciones políticas.

Para los socialistas lo mejor sería sin duda que los partidos de la derecha se enredasen sobre quién debe ser presidente y hubiera que volver a celebrar elecciones. No estaría de más que la presidenta en funciones Susana Díaz dimitiese como consecuencia de su fracaso dando paso a una urgente renovación en la que los sanchistas podrían hacerse con el poder en el partido socialista andaluz pero ya se sabe que a nuestros políticos no les hace gracia apearse de la piragua. En cuanto al partido de Pablo Iglesias que concurrió junto con Izquierda Unida bajo el título de Adelante Andalucía, pues ha ido para atrás, perdiendo tres escaños lo que hace quedar en una posición muy débil a su número uno la gaditana Teresa Rodríguez. Quien más ha perdido, pienso, es Izquierda Unida, completamente tapada por los de Podemos. Por eso estoy de acuerdo con Gaspar Llamazares respecto a acudir a las elecciones autonómicas de Asturias en solitario; de lo contrario, como ha ocurrido en Andalucía, será su muerte. Y no habrá gazpacho, y menos fabada, que lo remedie.



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