Herbívoros y carnívoros

Leo un informe publicado en un diario regional en el que varios investigadores afirman que en Asturias vivió -en el Jurásico Superior, hace unos 150 millones de años- uno de los mayores dinosaurios carnívoros de los que habitaron nuestro planeta. Hasta ahora se había constatado -por los abundantes fósiles encontrados- la existencia de grandes herbívoros. Desde hoy, pues, sabemos, por los estudiosos del tema jurásico, que los herbívoros tenían sus correspondientes depredadores carnívoros en lo que hoy es nuestra comunidad.


La militancia del Partido Popular utilizó por primera vez las urnas en un proceso interno para renovar el liderazgo de la formación conservadora una vez que su presidente, Mariano Rajoy, se reincorporó a su despacho como Registrador de la Propiedad después de que la moción de censura promovida por el Partido Socialista le echara de la presidencia del Gobierno.
Los resultados del pasado jueves dieron el triunfo a Soraya Sáenz de Santamaría sobre sus dos más directos contrincantes: Pablo Casado y María Dolores de Cospedal. Ha sido un resultado objetivamente lógico si se analiza la trayectoria política de los tres contendientes y si la lucha por la presidencia del partido lleva implícita la necesaria regeneración del Partido Popular. Es obvio que tal regeneración no puede llegar bajo el control de Casado y Cospedal quienes, sin el más mínimo sentido crítico, estuvieron hasta la última hora de Rajoy apoyando y tapando la corrupción generalizada que, después de las primeras sentencias judiciales, desencadenó la moción de censura.
En Asturias -en donde la dirección del partido para decisiones transcendentales se mueve como un pollo sin cabeza, siempre esperando a arrimarse al sol que más calienta en cada momento- la más votada fue precisamente la derrotada María Dolores de Cospedal. Un "acierto", sin duda, para añadir al currículo del aparato regional encabezado por la incansable y trasnochada presidenta, Mercedes Fernández
A la espera del ya próximo congreso, por las intervenciones públicas de estos últimos días, los observadores externos apreciamos que al igual que en la Asturias de hace 150 millones de años convivieron grandes dinosaurios herbívoros y carnívoros, también en el Partido Popular existen dos corrientes -dos, por lo menos-, una, digamos herbívora, la de Soraya   Sáenz de Santamaría; y la otra, claramente carnívora, que conforman el abuelo Pablo   Casado y la de la corrupción en diferido María Dolores de Cospedal.
Por España, ¡solo por España!, esperemos que los compromisarios acierten en el próximo congreso conservador. Otro gran dinosaurio, el geoestratega de última generación, José   María Aznar, les estará vigilando desde la espesura. 



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