Lamuño: Existe

El pasado 14 de mayo, festividad de San Matías, pertrechado de papel y lápiz, esperaba que la TPA proyectara el programa “ Pueblos”, presentado por la dinámica e infatigable Sonia Fidalgo. Sabía de su grabación y me avisaron de su emisión.  Desde las primeras imágenes, rodadas desde Los Campos, hasta el final de la emisión  todo fue de provecho, con predominio del mensaje humano, que es lo que individualiza y singulariza a los pueblos, y es que visitar, conocer un pueblo no es sólo  pasear, recorrer sus calles y plazas, sino hablar, dialogar con los vecinos de manera que  entendamos cómo son   y que planes de presente y futuro tienen. A todo ello ha contribuido el programa y también sus vecinos, que no han puesto límites en su entrega por darse a conocer y especialmente de Carlos, el de Chitón,  que siempre está disponible para impulsar y defender su Lamuño natal.

Ahora que se habla y alerta de la despoblación del medio rural e incluso hay quien vaticina su desaparición, desde este pequeño pueblo de la cuenca minera de Siero, Lamuño, sita entre  entreTraspando y Carbayín , y con el Piqueru por medio, todos sus vecinos e incluso algunos venidos para la ocasión, han aprovechado el  tener las cámaras  en casa para decirnos cómo son ,reivindicar sus orígenes y apostar por el futuro.  Y para ello fueron tejiendo historias que  hablan de las dificultades del pasado, del matrimonio, de la crianza de los hijos, de las aspiraciones del presente, de las costumbres otras épocas, de los hombres solteros, de sus pasatiempos(bailes de sevillanas de Vicentina), del perfume de Alimerka eficaz contra todo tipo de olores, y por el  medio algo de historia, fútbol  y cantares.  Carlos nos habla  de la estancia en Lamuño de Horacio Fernández Iguanzo, uno de los personajes emblemáticos del comunismo asturiano,  y que ayuda  a entender eso de  “la pequeña Rusia”. Ovidio Parajón, con la chispa que le caracteriza  confiesa sin rubor  que él es “del Real Oviedo”, y es que al decir “Real”, lo dice todo, abolengo, señorío, lealtad a un equipo,  y que eso no le impide ir a las excursiones  del Sporting fuera de Asturias, ya que  siempre que va , gana el partido. Ahora en plena liguilla de ascenso  habrá contratar sus servicios. En el apartado de los cantares Celsita nos ofreció dos versiones, una religiosa y otra profana. La primera recuerda que la pequeña capilla ubicada en la Pedreguera o centro del pueblo, próxima a la Espinera y con algún hórreo cercano, está dedicada a San Juan, pero puntualiza que “el San Juan de Lamuñu es santu de mucho paciencia”; la segunda, típica de cortejo, dice que “en el pueblu  de Lamuñu hay una mesa redonda, donde se sienten los mozos cuando vienen de la ronda”.

El guion estaba tan bien elaborado que se alternaban los testimonios personales con la incorporación improvisada o eso parecía,  y así cuando Ignacio Díaz, uno de los mejores ebanistas de Concejo, explicaba a una sorprendida Sonia que era “abuelo” soltero, entra por el lugar donde trabaja la gocha  “Antonia”, cerda de dos años que deambula libremente por el pueblo y que como cualquier tertuliano más acude allí donde hay barullo, fiesta; parece que de momento Santa Lucía no la apremia. Todo Lamuño fue un plato televisivo donde todo un pueblo nos dice quiénes y qué esperan de la vida. No  son un pueblo anclado en el pasado,  por mucho que  glosen  queson el centro de Asturias – de ello da fe la Espinera – y que  en su día se pensó proyectar allí Oviedo, sino abierto al futuro  y ha sido una de las primeras parroquias turísticas de Siero, como en su día – según testimonio de Carlos- fue el primer pueblo con luz pública y teléfono público – y en la actualidad cuenta entre sus vecinos con personas como Alicia Y Paul, argentina y francés, respectivamente, que desde hace años viven  en la localidad y han popularizado entre sus vecinos la crema de calabacín y sus exquisitos postres, y con artesanos como Conchita, originaria y vecina del pueblo.  

La televisión tiene sus limitaciones y una de ellas es el tiempo. Todo programa tiene su fin, así como este escrito, donde uno lamenta no poder citar a todos los actores intervinientes como Pedro, Gilberto, David… ni tantas cosas que me vienen a la  cabeza, pero sí quiero recalcar que Lamuño existe y de ello han dado buena prueba las casi cien personas allí reunidas a quienes felicitó. Por último quisiera decir que si de verdad creemos y queremos potenciar lo de “Asturias: Paraíso Natural”, Lamuño tiene que tener su hueco, y basta para ello pasear por sus calles, charlas con sus gentes o bien orearse por Solapeña o subir a Puñide. La fiesta del “Praón”, de momento, la dejamos como está.                 

  ¡Enhorabuena a todos!                          

 

P.D  En Asturias hay dos pueblos que se llaman “Lamuño”, uno en Cudillero, y así lo suele reflejar el GPS de los automóviles, y el otro, en Siero, que incomprensiblemente no aparece. Convendría corregir el error.



Dejar un comentario

captcha