El Trinunal Europeo de Derechos Humanos

Acudir a los tribunales es jugar a la ruleta rusa

             

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo,no es una institución de la Unión Europea, y no tiene nada que ver con el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, ubicado en Luxemburgo. Es una corte del Consejo de Europa responsable de asegurar el cumplimiento del Convenio Europeo de Derechos Humanos y de las LibertadesFundamentales de los47 estados miembro que lo han ratificado.            

Una de las sentencias más sangrantes dictadas por este tribunal fue la derogación de la doctrina Parot y la más ofensiva, la última, por la que se condena a nuestro país a indemnizar a los etarras PortuJuanenea y Sarasola Yarzábal con 30.000 y 20.000 euros, respectivamente, por tratos inhumanos o degradantes en la detención. Bien es cierto que tales indemnizaciones no serán efectivamente abonadas, sino compensadas con las deudas que los etarras tienen asumidas frente al Estado Español como subrogado en la responsabilidad civil de las víctimas de los delitos cometidos.            

Los etarras habían sido detenidos en Mondragón cuando volvían de recoger armas y municiones de un zulo cercano. Al intentar huir, fueron reducidos por la Guardia Civil causándoles lesiones compatibles con una detención en la que fue precisa la utilización de la fuerza. Acusaron alos agentes actuantesde malos tratos, siguiendo el código de actuación impuesto por la organización terroristay consiguiendo que la Audiencia Provincial de Guipúzcoa los apreciara. Recurrida la sentencia en casación, el Tribunal Supremo absuelve a los guardias civiles e, interpuestorecurso de amparo ante al Tribunal Constitucional, no es admitido; agotada la vía judicial previa, acuden al TEDH solicitando que se declare la existencia de torturas; el tribunal solo aprecia malos tratos.            

Acudir a los tribunales de justicia a día de hoy se ha convertido en un juego similar al de la ruleta rusa. ¡Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que el contenido de las sentencias era previsible y prevalecía la seguridad jurídica! No es este un problema que se pueda imputar a las instituciones ni a los tribunales en cuanto estructuras orgánicas. Es un problema achacable a las personas que los integran.            

El TEDH está formado por 47 jueces, uno por cada uno de los estados miembro. El querido lector se preguntará con curiosidad quién es el representante español. La respuesta es Luis López Guerra. Este señor es catedrático de Derecho Constitucional y ha venido alternando la política con laprofesión. Fue uno de los 17 magistrados que condenaron a España por considerar que la doctrina Parot violaba la Convención Europea de Derechos Humanos y la Constitución, lo que determinó la excarcelación de un buen número de terroristas. ¡Qué casualidad que su paso como número dos por el Ministerio de Justicia hubiera coincidido conlas negociaciones con ETA! Tiene una reputación problemática. Menos mal que no suscribió el voto particular que apreciaba la existencia de torturas.            

El Reglamento del TEDH establece que el juez nacional debe participar en las deliberaciones de los casos que afecten a su país. Parece que López Guerra le ha echado una mano a España, pero al cuello. Afortunadamente,acaba su mandato este año; en caso contrario, el futuro judicial de España con ocasión de los recursos que están interponiendo los separatistas catalanes no sería nada halagüeño.Confiemos en que la sustituta tenga mejor criterio.            

Fue propuesto –cómo no- por Zapatero, que a su condición de peor presidente de la democracia quiere ahora unir la de peor expresidente, título que está ganando a pulso por sus continuos devaneos con el régimen dictatorialvenezolano, al que da cobertura seudodemocrática.            

Ya se sabe, cuando el diablo está ocioso…  



Dejar un comentario

captcha