Al sufrido pensionista

Si antes echo en falta la carta anual de la ministra Fátima Báñez a los pensionistas antes me llega. Con fecha dos de enero la ministra de Empleo y Seguridad Social informa de la revalorización de las pensiones en el 2018 y que como saben será del 0,25 por ciento. En un carta más bien parca la ministra, que por cierto no es de lo peor del gabinete de Mariano Rajoy, afirma que el objetivo este año es conciliar mejoras anuales garantizadas con la necesaria salvaguarda económica para las generaciones futuras por lo que este año, insisto, el incremento a los pensionistas será solo el 0,25.

La ministra se ufana de la creación de puestos de trabajo en nuestro país, unos 600.000 el pasado año, lo que supone una garantía para el abono de las pensiones, reiterando el compromiso del Gobierno con el sistema público de pensiones, de reparto y solidario, "del que todos estamos tan orgullosos. Es una responsabilidad irrenunciable con los pensionistas de hoy y de mañana".

El caso es que por fin los sindicatos de clase parecen haberse acordado de las clases pasivas y contra lo que consideran ridícula subida anuncian movilizaciones. Estos días precisamente las redes sociales están llenas de mensajes contra la política del Gobierno en esta materia argumentando, entre otras cosas, lo absurdo de que los pensionistas, trabajadores jubilados, vean como a sus retribuciones se les descuente una cantidad importante en concepto de IRPF. ¿Cómo es posible que a un jubilado se le detraiga varios cientos de euros en concepto de rendimiento del trabajo, cuando ya no lo ejerce?.

Lío catalán aparte parece que la economía española va bien con una prima de riesgo por debajo de los cien. El desgaste se observa más en la gestión política del gobierno del que me temo no le quedan muchas afeitadas por lo que no me sorprendería que en este año recién inaugurado tuviéramos elecciones generales. Está claro que el gobierno que encabeza Mariano Rajoy necesita urgentemente una remodelación. Hasta de la mismísima Moncloa se le están yendo importante colaboradores. Primero fue Moragas, luego ha sido el jefe de seguridad, segundo del citado Moragás, y a todo esto la desigualdad financiera de las autonomías continúa con una posición privilegiada de los vascos que tienen a Cristóbal Montoro cogido por los huevos y sin comprometerse aún a apoyar los presupuestos generales del Estado.

La mayoría de los partidos necesitan una profunda renovación de sus cuadros con el Partido Popular a la cabeza. Personalmente me repatea que la locuaz para algunos temas presidenta regional Mercedes Fernández no haya dicho esta boca es mía sobre los sufridos pensionistas y sus retribuciones. Tampoco observo gran entusiasmo con este tema en el seno de Foro Asturias e incluso de Ciudadanos.

Hay dos clases de ciudadanos muy denostados por los poderes fácticos y de quienes solo se acuerdan nuestros bien retribuidos políticos cuando comienzan a oírse los truenos de las elecciones en la lejanía. Me refiero al colectivo de los pensionistas que en Asturias superan los 300.000 y cuentan con una federación, la FAMPA, que agrupa a más de 60.000, y también al colectivo de los autónomos que en el Principado se acerca a los 70.000.

No se si la ministra de Empleo y Seguridad Social concilia el sueño pensando en la mísera subida de las pensiones pero seguro que Puigdemont sí.



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