A Asturias que le den

A algunos políticos debería de crecerles la nariz como a Pinocho sino quien se va a tragar que el hasta ahora consejero de Industria, Empleo y Turismo del Principado de Asturias dimite a mitad de legislatura para volver a dar clases de Hacienda Pública en la Universidad de Oviedo.


La salida de Francisco Blanco del gobierno que preside Javier Fernández estaba cantada desde el momento en que su buen amigo Pedro Sánchez barrió en las primaras. El electo secretario general del PSOE ya en su día, hace dos años, le pidió a Javier Fernández que nombrase a Francisco Blanco consejero de algo importante como así fue. Fue el único del gobierno asturiano que no apoyó aSusana Díaz. Disimulo con Patxi López pero realmente es forofo de Pedro Sánchez, tanto es así que colaboró en la redacción de su programa económico. Su labor en el Principado ha sido discreta sin que Javier Fernández le diera la confianza que otorga por ejemplo a Guillermo Martínez o Dolores Carcedo.

Esta claro que esto es una guerra interna del PSOE y no será la última y entre tanto a Asturias que le den. De momento en su haber Javier Fernández ya tiene una dimisión en su ejecutivo y dos consejeras reprobadas y también unas ojeras preocupantes. Haber sido presidente de la gestora y apoyar a Susana Díaz le va a traer consecuencias. Cuando finalice su mandato Dolores Carcedo, por su parte, tiene muchas cartas de la baraja para ser su sucesor mientras el alcalde de Laviana Adrián Barbón las tiene por parte de los sanchistas, pero lo cierto es que el PSOE se está debilitando en Asturias, con una oposición cada vez incómoda y unas bases desencantadas. Era lógico que la mano izquierda de Pedro Sánchez, la riosellana Adriana Lastra no fuera la portavoz en el Congreso, le falta preparación que no convicción, pero la médico asturiana Maria Luisa Carcedo si será, así me lo confirma mi espía preferida la XP XIII, tras el congreso socialista la portavoz de dicho grupo en el Senado, portavoz que de momento aún desempeña Vicente Alvarez Areces, en horas bajas como su compañero Antonio Trevín.

La oposición en la Junta General del Principado, de izquierda y de derecha, cuestiona cada día más la labor de Javier Fernández al frente del Ejecutivo e incluso piden que con motivo de la aparente inesperada marcha de Francisco Blanco remodele el gobierno autonómico. Esta administración viene funcionando a trancas y barrancas, le falta músculo y encima mañana, si Dios no lo remedia, el PSOE perderá otra alcaldía, la de Morcín, en la que el portavoz de IU Maximino Fernández cogerá el bastón de mando desplazando a la oposición al veterano Jesús Alvarez Barbao.

Entre tanto el Partido Popular, tranquilo, espera a la puerta de su jaima que pase el cadáver de su enemigo. Confía en hacerse con el poder autonómico en Asturias dentro de dos años con un tripartito, PP, Foro y Ciudadanos, cuyo objetivo principal es desalojar al PSOE tras treinta años de gobiernos socialistas. Mercedes Fernández se lo está tomando con tranquilidad y ahora se dedica a hacer turismo, no es mala iniciativa, visitando pueblos remotos en compañía de su mano derecha el diputado Luis Venta. El Principado y la recuperación del ayuntamiento de Oviedo son el objetivo para dentro exactamente de dos años.



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