El honor de ser periodista

Hoy los periodistas hemos celebrado un año más la festividad de nuestro patrono, San Francisco de Sales. En esta ocasión la directiva que preside desde hace doce años Jose Antonio Bron, dircom de la Universidad de Oviedo, nos agasajó como "socios de honor" a mi admirada Pilar Rubiera, que se acaba de pre jubilar como jefa de Cultura de "La Nueva España", al maestro de la profesión y director del citado diario en Gijón en los últimos años, Julio Puente y a un servidor. Nos dieron un detalle del escultor Adolfo Manzano además un libro de Nardo Villaboy y el reconocimiento de la profesión que no es poco después de haber ejercido el periodismo en mi caso desde 1964, siempre en Oviedo y sin lapsus alguno de continuidad en mi curriculum.

Este emotivo acto me sirvió para recordar mi paso por distintas empresas y a mis jefes de los que siempre aprendí y respeté. Comencé en el diario Región a las órdenes del mítico Ricardo Vázquez-Prada y tuve como redactores jefes a Eduardo García Marqués y a Julio Ges. En "La Voz de Asturias" tuve como director al poeta de Mondoñedo, José Díaz Jácome, y como segundo de abordo al ovetense y oviedista Manolo Paredes, un gran tipo cuya hija Ana es hoy redactora de "La Nueva España" y otro hijo, Manolo, abogado, es miembro del consejo de administración del Real Oviedo.

En mi paso por la universidad estuve a las órdenes de los siguientes rectores: José Caso, Teodoro López-Cuesta y Alberto Marcos Vallaure y cuando me fichó como director de comunicación HUNOSA pertenecí a los equipos directivos de los presidentes Juan Pedro Gómez Jaén, Eduardo Abellán, Luciano Covelo y Luis Tejuca con el que me corté la coleta en el 2004.

La Asociación de la Prensa de Oviedo cuenta en la actualidad con 360 socios y más de cien años de existencia. Desde hace un par de ejercicios convive con el recientemente creado Colegio Oficial de Periodistas que preside la redactora de Europa Press en Oviedo Lucía Fraga.

Esta reunión anual me sirve siempre para reencontrarme con colegas y antiguos compañeros de redacción. Por ejemplo, con Celso San Julián que durante años en "La Voz de Asturias" primero y en "La Nueva España" después ejerció el periodismo deportivo, él que es tío carnal del gran jugador internacional Mata y padre del actual gerente del Real Oviedo David.

Me fundí en un abrazo, como no podía ser menos con mi sucesor en la jefatura de comunicación de HUNOSA Daniel Serrano y me emocionó saludar después de mucho tiempo sin vernos al director de la Casa de Cultura de Llanes Higinio del Río a quienes seudo grupos culturales en la sombra intentan buscarle las cosquillas quizás pensando en hacerse con un futuro gobierno municipal.

Melchor F. Díaz, que pronto será abuelo, glosó la personalidad de Pilar Rubiera y Julio Puente; el colega Miguel Rama, otrora director del Centro Regional de Televisión Española, lo hizo conmigo. Agradecido quedo. El y yo somos los únicos periodistas que quedamos en pie de la antigua redacción de Región, la que existía en la calle de Fray Ceferino en la década de los 60.

En las intervenciones quedó patente el mal momento por el que pasa la profesión. El periodismo en nuestra sociedad actual no se entiende ejercitarlo si no es por vocación y es que por ahí andan cientos y cientos de colegas dejándose la piel en empleos precarios y mal pagados. Yo apunté a la confrontación mundial que hay ya entre profesionales de la información y los poderes fácticos. La primera y sorprendente batalla ya se está celebrando en la "Casa Blanca" donde el nuevo presidente, Donald Trump, no se corta un ápice en meterse con colegas y descalificarles en público, censurando preguntas e incluso presencias. ¿A dónde estamos llegando?. Por supuesto que comparto lo dicho por Pilar Rubiera al término de su intervención: "No debemos de tener miedo. Hoy más que nunca es necesario en nuestra sociedad el periodismo". Que el estrafalario Trump se prepare. Eso lo digo yo.



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