Un asturiano en París

Rodolfo Espeleta García es un asturiano que lleva la friolera de 45 años en París. Natural de Santa Marina de Turón, llegó a la capital francesa en el año 1.967, con once años de edad. Mas que la adaptación propia, tuvo que superar, lógicamente, el handicap del idioma. Sus primeras lecciones del lenguaje de "Astérix & Obélix", se las imparte un "boxeador", Mr. Lucien, que además de los verbos, adverbios y sustantivos, le inculca su pasión al deporte del "ring".
Acude al instituto y, ya en la universidad, obtiene el titulo en arquitectura, profesión a la que se dedica en la actualidad.
Fiel a su cita anual, le encuentro en la terraza del restaurante Los Rebecos, en el pequeño pueblo leonés de Isoba, dónde posee una casa, que como todas las del entorno es de piedra. Compartimos la mesa metálica, el parasol y nuestro licor dorado: la "birra".
Hace unos años que entablamos amistad Nos une, además de la cerveza, el senderismo y sobre todo el por qué de las cosas de antaño, leyendas, mitos, historias de tradición oral.
Lo primero que hace antes de instalarse, es proveerse de sidra que adquiere en el Restaurante Torres de Felechosa - a cuyos propietarios está muy agradecido, dicho, queda Rodolfo-. Y luego, a indagar y empaparse de acontecimientos con sabor a historia.
Este año me hace entrega de una copia de un mapa del año 1.638 que se encuentra en la Real Cancillería de Valladolid, es un mapa detallado, de puentes, ríos, casas y pinares y sobre estos últimos, se basa y es el motivo de la existencia de este documento histórico, un pleito entre los vecinos del pueblo de Cofiñal y los de la Puebla de Lillo (ambos en la demarcación de la provincia de León). Me hace una observación, aparece en el mismo la palabra "Ysoua", hoy "Isoba".,
 
Le pregunto por París, me dice que acude al centro asturiano, y "en el mes de junio celebramos la fiesta de la sidra", continua. "Esta abierto los sabádos para cenas y los domingos, comidas".
 
Como arquitecto que es, me señala: "París, es una ciudad a escala humana, por la que se puede caminar", prosigue, "mi lugar preferido, es el río Sena, la columna vertebral de la capital, con sus perspectivas en las dos orillas, sobre todo de noche, con la iluminación".
 
Por el momento no tiene en mente regresar definitavamente, son "muchos años allá", apostilla. De aquí echa de menos -recalca- las sidrerías, sobremanera las de antes, aquellas con olor a "manzana" y "serrín", y los paisanos entonando unos cantarinos. Para comer, la "fabada", el "pote" y los "mariscos" del cantábrico -puntualiza-. De tonto ni un pelo, esto lo digo yo.
 
Lo quiero picar y le suelto, del "Sporting" ó del "Oviedo" ?
La respuesta no se hace esperar, eso sí con cierta sorna. Escribe - me dice - "del Sporting, eso sí, por ti". No le gusta el fútbol, lo sigue algo pero pasa. Se alegró del sonado triunfo del Sporting en Madrid, más que nada por el eco que tuvo en la capital gala. Antepone el ciclismo, tenis y boxeo.
Volvemos de nuevo a lo que más nos une. Me pregunta que si leí la documentación que me entregó el pasado año. Le respondo, afirmativamente. Versaba sobre la "transhumancia", los pastores que venían por las cañadas reales, haciendo la ruta de la plata, para después pasar todo el verano a la vera del lago Isoba.
Estar con mi amigo, Rodolfo, es como estar dentro de una biblioteca pero al aire libre. Se respira cultura. Cada año me sorprende con algo nuevo, hace un par de años cosas de una Marquesa, sus pastos, sus dominios...
Amigo, no mentí, dije que te iba "colgar" y aquí estás en la red mas universal "internet". Nosotros dejamos el "cuello" sellado a la soga; vosotros, la cabeza va directamente a un "cesto", cosas de la "guillotina", por poner algo de humor a todo esto.
Ya sé que querías para titulo de este articulo: "Un parisino en Asturias", -por los años,claro-, pero "AM" es un periódico que se hace aquí en el Principado, lo dejamos como esta.
 

Dias despues le acompaño a Felechosa, dónde le espera un "Alsa" con destino a Oviedo, dónde tiene casa

 

 

Cuqui, mañana iré hasta Turón - a despedirse de sus parientes - y pasado me voy.

 
Otro "Alsa" clase Supra, le acercará hasta Hendaya, y después tomará un "Ave" que lo dejará en París. Nos abrazamos por última vez.
 
Los amigos no solo son para el verano...son para siempre.

 



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