La hora de trabajar

Si de verdad queda alguien dispuesto a ejecutar la idea de Europa, acabarán por intervenirnos, a los más pobres, para reconvertir a unos hacia la productividad y convencer a otros de que permanecerán en la función de ser útiles para otras funciones diversas, pero no para generar la riqueza material que permita el desarrollo del conjunto hacia un futuro común.

Nadie, que yo sepa, está dispuesto al sacrificio personal, corporativo, comarcal o nacional que son indispensables para regenerar la deteriorada incompetencia económica que nos aflige.

Estamos empeñados en ser como éramos, regresar al bienestar de los pícaros, donde se prima la astucia sobre el esfuerzo, habida cuenta de que el esfuerzo cuesta trabajo y tiempo. Para qué desperdiciarlos se preguntan los más listos, habiendo puertas traseras, atajos y demás procedimientos de llegar antes. Una vez allí, la experiencia suplirá en lo indispensable al conocimiento.

Estamos empecinados en la convicción de que vale más ser cabeza de ratón, en los aquellos de la empresa y la industria, que cuerpo o cola de león, en unos tiempos que se anuncian como exigentes de peso, genio y figura para competir y para resistir los envites y los embates de los inevitables fracasos que salpican muchos de los negocios que han de emprenderse y afrontarse, todos aleatorios, en el moderno ámbito del macrocomercio y la macroeconomía.

Y lo que es definitivamente peor, nos empeñamos en sustituir la búsqueda de salidas de nuestro laberinto por la de responsables de nuestros evidentes errores y posible ruina económica, y en cargar a otros, no sólo su esfuerzo, sino también el nuestro propio, cuando todos están siendo indispensables.

Por eso hoy la burguesía catalana de CiU toca a rebato y llama a distribuirse y realizar el trabajo a un ritmo propio, antes que venga una Comisión a formular programas de trabajo y exigir su cumplimiento y los sacrificios anejos, indispensables para pagar deudas pendientes. Una piña, adivina y proclama que ha de hacerse, para trabajar en conjunto, y crear y solidificar los también a mi juicio indispensables grupos empresariales de producción diversificada.



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