Sin consenso. Otro fracaso

España prometió a Bruselas y especialmente a Merkel, la reforma del mercado laboral para de esta forma facilitar la disminución de la tasa de desempleo del 21%, el doble de la media de la Unión Europea. Zapatero reiteró el propósito varias veces y muy concretamente cuando se iniciaron las operaciones de rescate de Grecia y Portugal y aumentaban las desconfianzas sobre las reformas estructurales.

Hace cerca de dos años que comenzaron los diálogos, impuestos por el Gobierno, entre los agentes sociales para llegar a consensos .El primer intento fracasó y terminó con la promulgación del “decretazo” que se ha revelado como inútil. Ahora se repite la historia.

Después de cuatro meses, con varias prorrogas, sindicatos y CEOE se han levantado de la mesa en la que negociaban el pacto para reformar los convenios y algunos “ flecos”

que facilitasen la flexibilidad interna de las empresas y la protección de los trabajadores.

Las dos partes han moderado sus respectivas críticas a la falta de acuerdo y han traspasado la responsabilidad última al Gobierno. Parece ser que había capítulos ya acordados pero que la pretensión de una cierta “cogestión” sindical en la gobernabilidad de las PYMES saltó todas las alarmas en la representación de las mismas.

Rosell, el estrenado presidente de la CEOE, ha dicho que los sindicatos “querían entrar allí donde no estaban “.Toxo y Menéndez buscaban una presencia sindical más activa en la pequeña y mediana empresa, algo que suscitó una tremenda reacción en el empresariado que está sufriendo los mayores perjuicios de la crisis y en la que muchos han perdido hasta su patrimonio personal. Someter sus decisiones a comités, comisiones paritarias, delegados, etc, les parecía la última guinda para no levantar cabeza. También hubo alguna advertencia, de procedencia empresarial vasca, sobre los peligros de información que llegarían a algunos sectores y LAB siempre ha estado bajo sospecha.

Mejor iban las propuestas para modificar la regulación de los convenios colectivos que hoy todavía se ajustan a lo convenido en los olvidados y no repetidos Pactos de la Moncloa. Con más de treinta años ya era hora de aproximar la realidad a las garantías jurídicas.

La contratación no formaba parte de la negociación, pero la patronal  buscó llegar a una simplificación. Hoy existen 43 modalidades de contratos laborales, cuando la media europea no pasa de los siete. En Bruselas dicen si estamos locos.

La pelota ha vuelto al Gobierno que ya ha anunciado un decreto, otro, para la próxima semana que recogerá los puntos en los que había aproximación y para el resto los criterios ya adelantados por el ministro de Trabajo, más o menos una de cal y alguna concesión que no satisfacerán a nadie.

Pensar que a estas alturas de la legislatura Zapatero se atreva a desafiar a los sindicatos ,afrontando la necesaria flexibilidad legislativa que ayude a crear empleo, no parece muy realista.

Blair decía ayer, en TVE, que los políticos deben oír a los ciudadanos, a los agentes sociales, pero su obligación es gobernar con su responsabilidad.



1 comentario

  • # COMPAÑERU Responder

    30/12/2011 21:15

    Estos tiempos necesitan más poesía y menos mercado, más filosofía y menos economía, más payasos y menos políticos. Sigue alegrándonos los días

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