Fracaso de los gestores

Hace menos de dos meses (2-03-11) este “ventanal” comentaba la posibilidad de contagio que las protestas ciudadanas en los países norteafricanos podrían tener en España y decía: “Aquí mismo, con cinco millones de parados  de los que dos millones son jóvenes que no se han estrenado en el trabajo, pudiera ocurrir la tentación de reproducir la plaza de Tahrir en plazas emblemáticas de Madrid y Barcelona”. Perdón por la cita, pero no hacía tener facultades de oráculo, ya que el CIS venía señalando el alto grado de rechazo a la partitocracia imperante y que un 45% de paro juvenil era más que una bomba lapa en el costado de la sociedad civil. La duda estaba en el cuando, en el como y quien impulsaría el detonador.

 

El momento escogido ha sido una sorpresa, aunque también pudiera pensarse que es producto del recalentamiento promovido por la campaña electoral, más de lo mismo y ninguna propuesta concreta para salir de la crisis. El como ya tenía antecedentes en tiempos parecidos, 2003 y 2004,además de la larga experiencia de algunos grupos dinamizadores que manejan las redes sociales con gran habilidad. Apretar el botón parece obra de unos pocos animadores y no producto de una conspiración con nombres y apellidos.

La protesta está teniendo un éxito no imaginado ni siquiera por los promotores más entusiastas. Les desborda la difusión mediática y las vergonzantes adhesiones de aquellos mismos que son objeto de su crítica más feroz, pero al mismo tiempo revela el alto grado de improvisación para definir sus objetivos y reivindicaciones.

 

Los pronunciamientos  asamblearios suelen desembocar en la utopía o en la incoherencia y algo de esto les pasa a los “ Movimiento 15M”, “Tomar la plaza” o “Plaza del Sol”, que con estos diferentes nombres se identifican. Sería más efectivo que concretasen su protesta en exigir a los partidos y políticos, a todos, medidas a corto plazo para sacar de la pobreza social a los jóvenes, a los desempleados sin protección, a los okupas desahuciados, a las familias que no pueden con las hipotecas y a tanto inmigrante abandonado en la última escala de la miseria.

La opinión pública, de derecha, centro o izquierda, la tienen a su lado si no se pierden en divagaciones fuera de lugar o que no remedian la situación de ahora mismo. Pedir la supresión del FMI, del Banco Mundial, la salida de la Comunidad Europea, la anulación del Concordato, la reforma de las leyes electorales, referendo sobre la monarquía, nacionalización de la banca, expropiación de viviendas libres y otras peticiones similares, pueden ser legítimas pero no solucionan “ahora” el problema del paro juvenil o el desmadre de los partidos, la corrupción y el fracaso estrepitoso de los gestores de nuestra democracia, sin apellidos, que en estos momentos .pero desde 2004,viene siendo el gobierno de Zapatero, cuya incompetencia alcanza dimensiones más allá de las fronteras.

 

El sistema, la democracia conseguida con gran esfuerzo por los padres de muchos de los acampados, no representa el fracaso colectivo sino el de aquellos políticos y compañeros de viaje ,incompetentes, faltos de ética, maestros del engaño y de la codicia, con la complicidad de grandes grupos y de los propios reguladores,que han favorecido que la crisis sea aún mas cruel.Ya lo decía Naomi Klein al responder a las acusaciones de los antisistemas.

 

Tienen razón y estan en su derecho de exigir reformas ,de formular un “basta ya,” pero si quieren seguir prestando un servicio a la sociedad civil más timorata, no deben equivocarse de objetivos ni servir de comodines para quienes todavía promueven las fracasadas” democracias populares” o quizás las “orgánicas”, o en cualquier caso la ruptura antidemocrática del resultado de las urnas al día siguiente de las elecciones.

Los jóvenes de Mayo de 1968 reivindicaron “la imaginación al poder”,ahora bastaría un poco de responsabilidad y sentido común a nuestros líderes, porque la sociedad civil está harta.

 



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