En la entrega de la Medalla de Oro del Trabajo a Daniel Alonso Rodríguez

Estamos en un acto solemne y, además de solemne, emocionante. Y sin emociones la vida no tiene sentido. Daniel, que es una gran persona, es un gran ejemplo para Asturias, por eso el Gobierno de España, el Ministro de Trabajo, le ha concedido la máxima distinción en lo que simboliza esa vida profesional y empresarial ejemplar. Está muy bien que pongamos ejemplos, rostros y caras, porque nuestra comunidad se siente muy orgullosa de haber hecho un largo trayecto para transformar todo su tejido empresarial. Y tenemos esos rostros, rostros que simbolizan ese orgullo, y uno de ellos es el de Daniel Alonso.

 

Estoy también orgulloso de haber coincidido con Daniel en aquel periodo en el que fui candidato en unas primarias, que duraron un año porque no había otras personas que se presentasen, pero yo era Alcalde de Gijón y a la vez candidato. En aquel momento tuve tiempo de sobra para recorrer Asturias y me reuní aquí en Avilés con algunos empresarios entre los que estaba Daniel. Todos ellos me aconsejaban que es lo que había que hacer, me decían lo que deseaban, lo que querían y me decían “necesitamos muchísimo la internacionalización de las empresa, cómo salir adelante porque solos no podemos, a ver si conseguimos también que en Asturias se cree una cultura empresarial de ese tipo”.

 

No necesitaba que se le enseñase nada porque él lo sabía hacer muy bien la prueba es lo que ha hecho a lo largo de esa trayectoria desde ese taller, desde ese ejemplo de vida y trabajo, hasta conseguir hay un conglomerado importante de empresas que tiene hoy unos 2.000 trabajadores.

Quiero saludar a todas las personas presentes en este Salón, que siempre me trajo muy buenos recuerdos, a los alcaldes de la democracia, la corporación municipal… y todos ellos han soñado tener el Avilés que hoy estamos teniendo. Pilar también para ti debe ser muy gratificante haber conseguido esta referencia internacional de Avilés por muchos motivos, entre otros, porque tenemos aquí, en toda la comarca avilesina, un conglomerado industrial de lo mejor que hay en nuestro país.

 

Nos acompañan también, además del señor Ministro, el Delegado del Gobierno y la alcaldesa de Avilés, el Consejero de Industria, diputados, senadores, los alcaldes de los concejos vecinos, el Presidente de FADE y el Presidente de FEMETAL, que tiene algo que ver con el sector industrial en el que estás. En fin, todos lo que simbolizan ese reconocimiento social que hoy se te tributa aquí. Y como no, nos acompaña tu familia a la que has hecho referencia emocionada, lo cual te honra mucho, y tienes que sentirte orgullosos de que han seguido todos ellos esa saga familiar transmisora de seguridad y vocación empresarial y emprendedora al mismo tiempo.

 

Es un privilegio para Asturias contar con un trabajador y empresario como Daniel Alonso. Y lo es especialmente porque el progreso de un territorio depende de hombres y mujeres dispuestos a asumir riesgos, invertir su tiempo, talento y capacidad en imaginar nuevos proyectos que permitan satisfacer las demandas de la sociedad y mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos.

 

Y esa comarca sabe muy bien lo que son esos sacrificios. Se han vivido momentos tan duros en las reconversiones anteriores que por eso se valora tanto el saber superarlos y el saber no solo situarse a la altura d los demás sino sobresalir sobre los demás. Porque creo muy sinceramente que Asturias hoy, a pesar de todas las dificultades que tiene debido a la actual crisis, el esfuerzo que ha hecho para reconvertir todo el tejido empresarial y productivo y salir al exterior. Es una comunidad que en el año 2010 han crecido sus exportaciones en uno de los porcentajes más altos de nuestro país; se han publicado recientemente los datos económicos del año 2010, durísimo año, donde Asturias es la cuarta comunidad española en crecimiento, un crecimiento todavía leve, pero crecimiento (un 0,3%, por encima del promedio de España). Pero lo que más nos debe de llenar de legítimo orgullo es que ese crecimiento en el ámbito industrial, un 4%, supera en 3 puntos el promedio de nuestro país. Es decir, ese crecimiento está basado y asentado en un núcleo industrial muy potente que, en uno de los años más duros de la crisis, ha crecido por encima del 4% y eso se debe, entre otras personas, a lo que representa Daniel alonso y también a lo que él es.

 

Por eso aquí está la sociedad avilesina y también los agentes sociales, las instituciones democráticas reconociendo ese trabajo. Es el otorgamiento de una Medalla que es la máxima distinción a una trayectoria de vida, a un ejemplo de como por encima de las dificultades, si sabemos esforzarnos, con la cultura del esfuerzo, si tenemos la inteligencia para acertar en lo que se demanda en cada momento y, además, esa bonhomía se conjuntan las claves del éxito. Y eso, sin duda, tenemos que reconocerlo hoy aquí y tenemos que decir que Daniel Alonso es un ejemplo para todos nosotros, toda esa trayectoria de trabajo, de esfuerzo, de éxito y de riesgo porque no hay empresa sin riego.

 

Daniel Alonso representa cincuenta años de dedicación a hacer empresa y crear empleo en el ámbito de la industria, el medio ambiente y los servicios en Asturias. Una trayectoria glosada ya brillantemente por Pilar Varela y José María Urbano, palabras que hago mías. Daniel representa a un grupo de jóvenes emprendedores que, desde esta comarca  de Avilés, supieron ver las carencias de nuestro país y apostaron por innovar y hacer empresa desde la fortaleza de la tradición industrial de Asturias, en particular, en el sector metal, que es uno de nuestros sectores claves, de los más competitivos de nuestra economía. En reconocimiento a ello, tuve el honor de proponer a Daniel Alonso como Medalla de Asturias, galardón que le fue concedido en el año 2007.

Por eso es tan importante que estos valores se pongan de manifiesto, se reconozcan socialmente y los tengan muchas más personas, muchas más. En principio tu saga familiar pero hay muchos más que se ven reflejados en tu ejemplo.

 

Daniel Alonso también ha destacado por su compromiso con el asociacionismo empresarial, tan necesario para articular el dinamismo económico y social de nuestro tiempo. Y esto lo sabe muy bien el Presidente de FADE, el de FEMETAL… sabéis lo que ha costado construir un asociacionismo empresarial en los ámbitos sectoriales y en el ámbito general. Hemos hecho concertación social en Asturias, ayer hacíamos la valoración. Todos en el fondo, felices de haber cumplido nuestros compromisos doce años seguidos, y que años. Y cuando ayer, después de tantísimas exigencias y de un seguimiento absolutamente detallado, riguroso, crítico, estábamos satisfechos del deber cumplido y de haber servido a Asturias. Desde posiciones crítica, a veces con tensiones pero siempre desde le rigor de haber hecho juntos un camino que ha permitido que Asturias resistiese mejor la crisis, aunque tiene problemas y queda mucho por hacer. Pero producto de la concertación social, que reivindicamos como una manera de entender la actividad política. Es decir, la concertación social es un elemento de futuro, no solo de presente y de lo que hemos hecho en estos doce años.

 

Esos acuerdos de concertación social han permitido cambiar muchas cosas para bien, para estar mejor preparados par afrontar la crisis y han permitido tener una protección social privilegiada. Somos una comunidad no de las más ricas de España pero somos una comunidad en la que los ciudadanos valoran en primer lugar en la sanidad, en la educación y en cuarto lugar en los servicios sociales; una comunidad que ha tenido también instrumentos sociales para proteger a los que menos tienen en las etapas de crisis y que, además, en ese proceso, hemos tenido una fortaleza en una serie de sectores muy competitivos de nuestra economía. Hay 8 ramas fundamentalmente en nuestra economía entre las cuales, naturalmente, el metal ocupa uno de los puestos privilegiados de esa clasificación de empresas competitivas, es uno de esos pilares que supone el 10% del total del PIB asturiano que cuenta con 1.400 empresas, que genera al rededor de 30.000 empleos directos y cuyo nivel de exportaciones supone en torno al 65% de nuestras ventas totales al exterior.

 

Y no crean que lo han hecho todo las grandes multinacionales que evidentemente aquí las hay y las hemos ayudado en momentos muy duros particularmente el año 2009, algunas de la comarca de Avilés bien lo saben. Pero el ejemplo que nosotros ponemos no son las grandes multinacionales solamente, que han aguantado el tirón, que han recuperado la demanda, gracias en buena medida a su implantación internacional que es muy importante. La figura de Daniel Alonso es la figura del prototipo de lo que queremos que surja en Asturias desde las PYMES, esa pléyade de PYMES competitivas, que tengan la sana ambición de crecer, de internacionalizarse y de entrar en sectores que hasta ahora n entraban; es el buen ejemplo para que muchos continúen esa senda y esa trayectoria llena de esfuerzo y de sacrificios.

 

Hoy estamos mejor preparados porque tenemos una red de grandes infraestructuras y nuestros puertos comerciales, de titularidad estatal y autonómica, el de Avilés y el de Gijón; una impresionante área logística, de las mejores de nuestro país, preparada ya, urbanizándose. Y no solo en las comunicaciones sino en la cualificación del capital humano y la regeneración del tejido empresarial que es la base de nuestro futuro y de ese diálogo con los trabajadores y sus organizaciones más representativas.

 

La mejor prueba de la fortaleza del tejido productivo asturiano se encuentra en los datos macroeconómicos de este año 2010 que acaba de publicar el Instituto de Estadística hace escasos días pero también tenemos que mirar al futuro. Tenemos que mirara al futuro y saber que, si queremos, podemos. Tenemos que conseguir grandes acuerdos, levantar la mirada sobre lo cotidiano, superar una crispación a veces innecesaria, trabajar con altura de miras porque eso lo está deseando la inmensa mayoría. Y estamos deseando que esa inmensa mayoría sea la que reconozca el esfuerzo que los gobiernos de distinto signo, en los distintos territorios, para sumar esfuerzos, porque sumando, multiplican; porque la multiplicación, en el fondo, es una suma de muchos factores.

 

Y nosotros sumamos y queremos un desarrollo económico, una economía más solvente a la que tenemos que corresponder desde los territorios siendo disciplinados, como hemos sido en Asturias, en la contención del déficit público. Somos la segunda comunidad española menos endeudada; tenemos grandes inversiones que hemos lanzado para la economía productiva de mutuo acuerdo con sindicatos y empresarios y nos endeudamos porque podíamos endeudarnos y, afortunadamente, no se paró ninguna gran obra. Y eso tiene mucho que ver también con la manera que hemos tenido en Asturias de entender cuales los grandes intereses de nuestra comunidad y todos los hemos ido haciendo, sumando. En este sentido, deseamos que el diálogo social en España también fructifique plenamente. Últimamente se han conseguido pasos muy importantes pero queremos todavía más y estoy seguro de que con esa altura de miras lo vamos a conseguir en este futuro inmediato.

 

Termino ya diciéndole a Daniel Alonso que es un excelente representante de todo lo que acabo de contar. Un buen ejemplo de que cuando decimos que lo hemos hecho todos, no solo los gobiernos. Y eso es tan cierto que basta mirar lo que hoy reconocemos para darnos cuenta de que eres uno de los grandes representantes de lo que ha sido la profunda transformación del tejido económico y empresarial asturiano. Su trabajo, su talento, su inquietud por abrir nuevas vías de negocio, también comprometerse con su comarca a la que quiere, cuando decidía incorporarse, el último acto de generosidad, al patronato del Centro Fundación Niemeyer. Decía “como no voy a hacer algo por la tierra, por la ciudad, por la comarca que ha sido toda mi vida y que me ha permitido llegar hasta donde he llegado”.

 

Esa generosidad es una de las cualidades que también hay que tener en la vida. Daniel es, por tanto, una persona imprescindible, muy merecedora de la Medalla al Mérito en el Trabajo en su categoría de oro que hoy ha recibido y por supuesto hay que felicitar a todas las personas que lo han propuesto y al Consejo de Ministros que lo ha aprobado porque cuando se acierta hay que reconocerlo.

 

*Presidente del Principado de Asturias



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