Esa y Nasa estudian el hielo marino

Esa y Nasa estudian el hielo marino

La exquisita ejecución de la campaña de validación de los datos de CryoSat ha demostrado lo que se puede conseguir cuando organizaciones como la ESA y la NASA unen fuerzas para comprender mejor cómo está afectando el cambio climático al frágil clima polar.
 
La campaña de validación de los datos de la misión CryoSat de la ESA, lanzada hace un año para monitorizar los cambios en el espesor del hielo, se está llevando a cabo en uno de los climas más inhóspitos del planeta. Durante el mes que durará la expedición ártica, científicos de varias organizaciones internacionales deberán enfrentarse a temperaturas de hasta -30°C para recoger datos en el interior de Groenlandia, en el archipiélago de Svalbard, en el estrecho del Fram y en la isla de Devon, así como en mar abierto frente a las costas de Alert, en la isla canadiense de Ellesmere. 

 

Para garantizar la precisión de los datos adquiridos por CryoSat, se toman datos del hielo y de la nieve sobre el terreno y desde el aire. Estas mediciones in situ serán comparadas con los datos recogidos por CryoSat desde el espacio, lo que permitirá calibrar sus instrumentos y asegurar que la misión está proporcionando resultados con la calidad esperada.

Los resultados sobre la variación del espesor de la banquisa polar y de las vastas capas de hielo que cubren Groenlandia y la Antártida son fundamentales para comprender mejor la delicada relación entre el hielo, el cambio climático y el cambio del nivel del mar.

La NASA también está estos días en el Ártico, estudiando el hielo polar desde el aire para la operación ‘IceBridge’.
 

Como parte de la colaboración entre las dos agencias, uno de los aviones P-3 Orión de la NASA participa en esta campaña de validación, volando junto a los aviones de la ESA al mismo tiempo que CryoSat sobrevuela su ruta, tomando medidas simultáneas del hielo ártico.

Un total de cuatro aeronaves sobrevolaron la traza de CryoSat sobre las banquisas árticas.

Michael Studinger, Científico de Proyecto para la operación IceBridge de la NASA, comenta que “las medidas sobre el terreno, los datos tomados por las aeronaves y los adquiridos por CryoSat desde el espacio crearán un importante conjunto de datos que ayudará a avanzar significativamente en el campo de la teledetección del hielo marino”.

“Este es un gran ejemplo de lo que se puede conseguir cuando varias naciones y organizaciones trabajan codo con codo – ha sido una colaboración increíble, y un gran día para la investigación del hielo marino”.

 

 
La campaña de validación de la ESA ya se encuentra en la mitad de su primera etapa. Hasta ahora, los equipos han estado trabajando en el norte de Canadá y en el Océano Ártico. Cuando las condiciones meteorológicas lo permiten, los equipos de tierra salen a tomar medidas del hielo y de la nieve para luego compararlas con los datos tomados desde el aire.

Un avión DHC-6 Twin Otter de la Universidad Politécnica de Dinamarca transporta un instrumento conocido como ASIRAS, que juega un papel fundamental en la campaña de validación.

Este instrumento fue desarrollado específicamente para imitar el comportamiento del altímetro radar instalado a bordo del satélite CryoSat. ASIRAS emite una serie de pulsos radar a medida que el avión sobrevuela la traza del satélite, y registra los débiles ecos rebotados por la superficie del hielo y la nieve. Es una herramienta fundamental para comprender la relación entre los ecos registrados por CryoSat y las condiciones reales del terreno.
 

demás, un Basler-67 del Instituto Alfred Wegner arrastra un sensor electromagnético conocido como EM-Bird, que cuelga del avión sobrevolando de cerca la superficie del terreno. Este sensor, con forma de torpedo, mide el espesor del hielo a lo largo de la traza de CryoSat.

El Responsable de la Validación de CryoSat para la ESA, Malcom Davidson, reconoce que “incluso para un coordinador con experiencia, esta campaña es especial”.

“Simplemente la magnitud de la campaña hace que su coordinación y ejecución sean todo un desafío, pero los resultados son altamente gratificantes, por un lado por los avances científicos para la misión CryoSat, y por otro, por demostrar lo que se puede conseguir a través de la colaboración con otras agencias como la NASA”.


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