'Oviedo Redondo' pide al Principado que facilite la actividad cultural en el Antiguo

Oviedo Redondo pide al Principado que facilite la actividad cultural en el Antiguo

La asociación vecinal considera que la propuesta del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias puede convertir Oviedo en una “ciudad muerta” y pide que ponga el foco en situaciones lamentables como el estado del martillo de Santa Ana.

 

Oviedo Redondo manifiesta su preocupación por el alarmismo infundado del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias con respecto a las actividades culturales en el Antiguo. Con su propuesta de más trámites, más permisos y más burocracia, el Consejo amenaza con cargarse la actividad cultural que hace del Antiguo un barrio vivo, dinámico y atractivo. Para Oviedo Redondo, la Asociación vecinal con más socios en El Antiguo y que más lucha por la revitalización cultural del barrio, la exigencia de solicitar un permiso con hasta seis meses de antelación puede terminar llevando a Oviedo a volver a ser “una ciudad muerta”, sin vida de calle, conciertos, fiestas, mercados y otras actividades culturales que forman parte del atractivo del casco histórico de Londres, París, Barcelona, Lisboa o cualquier otra ciudad del mundo.

“Para asociaciones vecinales o culturales como la nuestra, sin apenas medios ni recursos, multiplicar las exigencias legales, sin sentido, nos desincentiva a la hora de organizar un simple amagüestu, una tarde de jazz o una comida popular en la calle” aseguran desde el Oviedo Redondo. “En opinión de nuestra asociación, las actividades culturales no dañan de modo alguno el patrimonio ovetense, y más bien al contrario, potencian el Antiguo. Pedimos al Consejo de Patrimonio Cultural que ponga el foco en solucionar los verdaderos problemas que sufre el patrimonio del Antiguo, como son el abandono de la muralla medieval o el lamentable estado del martillo de Santa Ana, situaciones que deberían hacer sonrojar a cualquier organismo encargado de velar por el patrimonio de la ciudad”

 

Foto: Facebook de Oviedo Redondo.

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