Javier Fernández: Habrá que adaptar la Constitución a la realidad federal de España

Javier Fernández: Habrá que adaptar la Constitución a la realidad federal de España

Madrid/Oviedo.- Durante la entrevista al presidente del Principado de Asturias, realizada este miércoles en el programa Más de uno de Onda Cero, Javier Fernández expresó su esperanza en "que seamos capaces" de sacar adelante los presupuestos de Asturias, refiriéndose también a distintos aspectos de la actualidad política en España. Entre éstos, se refirió a la necesidad de definir la relación entre el Cupo Vasco y su aportación a la solidaridad interterritorial, la definición de un nuevo acuerdo --que será difícil, pero necesario-- para la financiación autonómica y la adaptación de la Constitución a lo que es una realidad consolidada de corte federal en España.

 

P- ¿Como ha empezado el día en el Principado? ¿Hace tanto frío como dicen?

 

R- No, lloviendo. Ha empezado lloviendo y no está mal. No está mal porque eso es bueno, aunque era una cosa muy natural en Asturias, pues hace tiempo que ha dejado de serlo.

 

P- Sobre esto de la lluvia, el lunes conversábamos aquí con Núñez Feijóo de otras cuestiones, pero entre ellas, de la sequía porque entre las comunidades más afectadas por la falta de agua de este año, y lo peor es el pronóstico que tenemos en el horizonte para el año que viene, está la comunidad de Galicia, está la comunidad asturiana, el Cantábrico… Igual la sequía acaba siendo el asunto más preocupante que tenemos en España para comienzos del 2018.

 

R- La verdad es que es muy preocupante, ha sido más en Galicia este año pero, sí, en relación a los pantanos y todo esto, en fin, aquí teníamos una mayor cobertura, pero el problema son los incendios. Es decir, la falta de lluvia ha generado que el monte se haya convertido en biomasa, en yesca, y como además hay pirómanos, pues mire usted… y hemos tenido unos incendios tremendos, en Galicia, aquí, en Portugal, en todo en noroeste.

 

P- Hablamos de… a ver por donde empezamos. Empiezo por lo suyo. ¿Le van a apoyar los Presupuestos de 2018 los diputados de Podemos en el parlamento asturiano o no?

 

R- Pues no lo sé.

 

P- ¿De qué depende?

 

R- Depende de ellos, sobre todo. Estos dos años anteriores no lo han hecho. Curiosamente sí han aprobado no solamente los presupuestos sino que han apoyado un Gobierno, no del PP, de Álvarez Cascos, de Foro, que sí que está a la derecha, en Gijón. Pero no, aquí en la Junta General del Principado no lo han hecho y espero que este año les haya incentivado lo suficiente, digo desde el punto de vista social y todos estos planteamientos que ellos tienen en relación a los presupuestos para que consigamos tener esa estabilidad que es lo que proporcionan en definitiva.

 

P- Pero tiene usted la negociación abierta y…

 

R- Sí.

 

P-  …el tiempo se acaba, ¿no?

 

R- Sí, bueno, la negociación está ahí, han sido presentados, la consejera de Hacienda está en permanente contacto con los grupos y ojalá seamos capaces de sacarlos adelante.

 

P- ¿Hay algún obstáculo concreto que planteen en la negociación, hay algún asunto del que dependa que finalmente Podemos diga que sí o que no?

 

R- Hay varios asuntos sobre los que estamos trabajando. Uno es el 0 a 3, la educación infantil, hasta dónde podemos llegar con ella, cuántos recursos va a ocupar, cuál va a ser la fórmula organizativa definitiva que utilicemos… En fin, se está hablando sobre varias cosas y estamos accediendo a muchas de ellas.

 

P- Al final, todo depende de cuánto presupuesto hay para poder invertir en determinadas cosas…

 

R- Bueno, eso es bastante importante, sí. El presupuesto este año es de 4.485 millones, pero el techo de gasto, es decir, quitando toda la parte financiera, se queda en tres mil novecientos y pico. Pero piense usted que solamente la sanidad lleva una parte importantísima. Por cada asturiano se paga en sanidad 1.586 euros al año. Imagínese usted, luego los márgenes de maniobra pues ya no son tan amplios.

 

P- Pregunto por este asunto de la financiación, y a usted no se le escapa, porque desde la semana pasada está abierta, a raíz de la aprobación del cupo en el Congreso de los Diputados, está abierto este debate sobre para cuándo la nueva financiación autonómica. El lunes, hablando aquí con Núñez Feijóo que la semana pasada reclamó más claridad, dijo, claridad en cómo se han hecho las cuentas. Yo le preguntaba si esa es su manera de expresar un cierto malestar por la actuación del Gobierno. Me dijo que no, por supuesto, que no era malestar, que simplemente reclamaba claridad. Juan Vicente Herrera, en el diario El País, también pedía que se informe a la opinión pública de cómo se hacen las cuentas, no porque esté en contra del concierto sino porque entiende que es un derecho que tienen también los presidentes autonómicos. Y usted ha sido mencionado en las crónicas periodísticas entre los presidentes autonómicos del PSOE –el PSOE gobierna ahora mismo la mayoría de comunidades autónomas de nuestro país— que asisten a este debate, digamos, con una cierta sensación de que siempre tienen prioridad determinadas comunidades autónomas respecto de otras que también necesitan una mejoría en su financiación

 

R- Sí, a ver como presidente autonómico, yo tengo que estar pendiente de estas cuestiones. No como agravio comparativo sino porque hay que sintonizar en algunas cuestiones, el cupo vasco o el navarro también, con el sistema general de financiación de las comunidades autónomas. Mire, sobre el asunto de lo que se ha aprobado en el Congreso y la claridad a la que aludía Núñez Feijóo, que es cierto, conviene saberlo. Pero antes hay que decir, insistir en ello, todos, que nadie cuestiona el concierto. Es decir, el concierto vasco, el convenio navarro, oiga, a efectos fiscales, hay una confederación digamos vasco-navarra, llamémoslo así, y no hay que cuestionarla porque está en la disposición adicional primera de la Constitución. Pero existe y ¿eso que supone? Pues supone que, en el caso del País Vasco, las diputaciones forales recaudan todos los impuestos y luego Euskadi paga eso que se llama el cupo al Estado por todas aquellas competencias que no han sido asumidas, que muchas son bienes públicos puros, imagínese: la defensa, la diplomacia, las Cortes Generales, en fin, todas estas cosas. Incluso también, la parte correspondiente a la amortización de la deuda y al pago de intereses. Es decir, ahí se aplica un 6,24 como porcentaje porque es el que tenía en 1981 –me extiendo en esto porque yo creo que es importante que se conozca— el peso de Euskadi en el PIB. Por tanto, ese cupo debería ser neutral si se calculara bien. Y a lo mejor se calcula bien, hay que saberlo. Ahora, lo que sí es verdad es que no contribuye en la medida de lo necesario a la solidaridad. Y ¿por qué? Por que yo he escuchado a los responsables vascos decir que “sí, si contribuimos”. Y es verdad, ¿contribuyen a qué? Contribuyen al fondo de compensación interterritorial, que está en la Constitución, por tanto es una carga no asumida. Con un 6,24%. Pero es que usted va a los Presupuestos Generales de Estado y se encuentra con que el 6,24% ¿de cuánto? Pues de 433 millones de euros. Por tanto, la contribución a la solidaridad a través del cupo vasco es de unos 27 millones de euros. Y sin embargo, en el sistema de financiación autonómico, desde la última modificación con el actual sistema, se ve como las comunidades autónomas, algunas, las que tienen alta renta, contribuyen al mecanismo de solidaridad que se llama el Fondo de los servicios públicos esenciales: sanidad, educación, servicios sociales. Y mire, pues desde Madrid, con más de 2.000 millones, bastante más, Cataluña con mil y muchos, incluso Baleares con unos cientos y pico, en ese orden. ¿Por qué digo “incluso Baleares”? Porque Baleares tiene una renta per cápita de unos 25.000 euros por habitante y una población más o menos como el País Vasco. Y la del País Vasco, la renta per cápita es de 31.800 euros por habitante. Y contribuye con 26 o 27 millones. Esa es la verdad. Y eso, ¿qué supone? Oiga, pues que hay que avanzar. No a corregir el cupo o a determinar cuánto es –bien, en eso tendría que haber transparencia—, sino que se establezca ese mecanismo a través del cuál contribuyan. Por eso debería de haberse hecho de manera simultánea la ley de cupo para estos cinco años, porque durante cinco años ya va a quedar blindado, y el nuevo sistema de financiación.

 

P- Si le estoy entendiendo bien, presidente, usted echa de menos una mayor aportación del País Vasco al sostenimiento de los servicios públicos en el Estado en general. Es decir, echa de menos una mayor solidaridad por parte de la comunidad autónoma vasca.

 

R- Yo creo que eso es absolutamente necesario y alguna vez se va a hacer porque si no estaremos hablando de dos ciudadanías y eso no puede ocurrir en un mismo Estado. Lo digo en ese sentido porque habrá una serie de privilegios dados de la falta de solidaridad de una comunidad autónoma que en este momento está a la cabeza con Madrid en la renta per cápita. Pero, a ver, eso es una cosa y otra criticar que exista una fórmula que es constitucional y que probablemente esté bien calculada. Yo no digo que esté mal calculada. Yo lo que digo es que en ese cálculo debería incorporarse la contribución al fondo al que aludía.

 

P- Pero si la fórmula es constitucional, eso está fuera de toda duda, y habiendo hecho bien el cálculo, resulta que el País Vasco aporta menos de lo que le corresponde por la población y por el nivel de renta que tiene, algo falla por algún sitio.

 

R- Bien, pues eso, falla que no está contemplado el contribuir a ese fondo al que yo aludía. Porque como son dos sistemas distintos, uno se negocia de manera bilateral y el resto multilateral, no hay puentes entre ellos. Debería establecerse esa conexión de tal manera que pudiera Euskadi contribuir a ese mecanismo de solidaridad.

 

P- Me surge la duda de si en el Partido Socialista de Euskadi compartirán este análisis que está usted compartiendo conmigo.

 

R- Pues… probablemente sí.

 

P- Probablemente sí pero no se lo vamos a escuchar decir nunca, ¿no?

 

R- Pues no lo sé. Yo creo que al final eso va a ocurrir. El problema es que, insisto, ahora durante cinco años no pasará. Y el sistema de financiación que viene, con la discusión que traerá, va a ser muy duro, se lo digo, va a ser muy duro. Porque esto es lo habitual en todos los países de corte federal, descentralizados como el nuestro, es un asunto muy controvertido. Aquí lo es más porque existen algunas peculiaridades y porque hay nacionalistas y los nacionalistas pues tienden a tener sobre todo la solidaridad con lo que entienden que es su nación. Por tanto, cada día es más difícil habida cuenta de que el arraigo de las comunidades es muy profundo, ya no ocurre como hace 20 o 30 años. Que hay fórmulas distintas de entender también el sistema: unos lo quieren más competitivo en términos de impuestos, unos ponen más atención a la capacidad fiscal de cada comunidad, otros los ponemos en las necesidades de gasto, es decir, cuánto cuesta la prestación de una unidad de servicio en un lugar o en otro. En fin, es controvertido, es problemático, es complicado, es difícil llegar a los ciudadanos pero es un asunto crucial. Y le diré más: hay un proceso de cambio de la Constitución que se ha puesto en marcha, que será largo, en fin, todos sabemos las dificultades objetivas que tiene, pero previamente va a haber un cambio, y ese sí que lo va a haber, en la financiación que en la medida en que haga avanzar al país en un sentido, insisto, más competitivo, más cooperativo, más solidario, pues prefigurará de alguna forma también el cambio en la Constitución. Porque, al final, el equilibrio entre autonomía y solidaridad es el que queramos, es un compromiso político, el que establezcamos, y ahí pues nos vamos a ver a la hora de definir el sistema de financiación autonómica.

 

 

P-En esa negociación va a estar presente la cuestión catalana, inevitablemente, que no tiene régimen fiscal propio y, por tanto, forma parte del sistema común. Usted tiene el temor, como tienen otros presidentes autonómicos, aunque públicamente no lo expresen tan claramente… ¿Tiene el temor de que se trate de apaciguar, diríamos, o de intentar sosegar, el debate político en Cataluña por la vía de la financiación a costa o en detrimento de la financiación de otras comunidades autónomas? ¿Mejorar la de Cataluña pero a costa de otras?

 

R- Yo lo que tengo es la convicción de que a cada comunidad autónoma le corresponderá aquello que objetivamente podamos dejar claro entre todos que le corresponde según el sistema que se formule. Lo que no me planteo es que vaya a haber ninguna ventaja para nadie y menos en el caso de que se trate de una compensación por, en fin, por lo que ha ocurrido en Cataluña, es decir, porque algunos políticos o algunos partidos políticos simplemente se hayan saltado la ley. Y eso no tendría sentido y desde luego sería un mensaje lamentable. Oiga, como me salto la ley, pues entonces tengo una mejora… No. Cataluña tendrá que tener las condiciones financieras que le correspondan en el marco que seamos todos capaces de diseñar de acuerdo con sus necesidades de gasto. Y nada más, exactamente igual que cualquier otra comunidad. No se trata de poner ni de quitar.

 

P-Pero ayer escuchamos ya al señor Iceta, que es el candidato del PSC a la Presidencia de la Generalitat, entre las propuestas que él está planteando, hablar de la posibilidad de que el Estado le perdone a la comunidad autónoma catalana una parte de la deuda que tiene adquirida. Le llamaríamos una quita, un… A usted esa fórmula le parece razonable, le…

 

R-Yo creo que todas esas cuestiones habrá que hablarlas en el marco multilateral, en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Desde luego, yo no admito que nadie lleve ventaja en esto. También escucho decir oiga es que estamos mal financiados, estamos infrafinanciados…. Bueno, bien, pero habrá que demostrarlo en la mesa y luego discutir como se soluciona eso. Pero nadie va a dar ventaja a otra comunidad en este asunto, que en unos casos pueda sea real o en otros sea victimismo… En fin, aquí esto se va a jugar y fuerte, es algo muy relevante… Y que no se corresponde solo con un debate entre partidos, eso hay que dejarlo claro. Es decir, los presidentes autonómicos algo vamos a tener que decir, lo vamos a decir. Y como en España nuestra estructura, digamos, constitucional es la que es, no podemos decirlo en el Senado, porque no hay una Cámara territorial y aprovecho para decir ese cambio es necesario…. Mire usted, en Alemania esto es controvertido y duro y difícil cada vez que lo hacen. Menos que aquí porque allí no hay independentistas. Pero lo hacen dónde, en el Bundesrat, una Cámara territorial donde están representados los Länder.  ¿Aquí cómo lo hacemos los presidentes? A través de los periódicos, a través de los medios de comunicación, yo con usted hoy y en otros momentos… Y esa no es la fórmula idónea porque nadie puede pensar que se va a reformar el sistema de financiación con las comunidades autónomas como personajes de segunda fila y esto va a ser resuelto exclusivamente por un acuerdo entre los partidos. Por tanto, comprenda que yo no vaya a dar absolutamente ninguna ventaja a ninguna comunidad autónoma cuando me tengo que sentar también para reivindicar aquello que corresponde a mi comunidad.

 

P-Si hay una quita para una tiene que haber quita para otras…

 

-Usted mismo…

 

 

P-No lo ha dicho usted, lo digo yo, pero creo que estoy entendiéndole. Se está hablando de la reforma de la Constitución y si se aborda una reforma entiendo que cualquier aspecto de la Constitución es susceptible de debate. Luego se llegará o no al consenso para reformar, pero reformar el modelo territorial hacia un Estado federal como propone su partido, se habla de modificar el Senado, algunos quieren que desaparezca, se habla de modificar la forma de sucesión en la Corona, hay incluso quien plantea el debate de República o Monarquía… Y, sin embargo, el concierto vasco todos dicen, no eso por supuesto, eso no es ni siquiera debatible. Y al único partido que se le ocurre decir no compartimos el cupo pero es que también pensamos que el régimen fiscal propio del País Vasco es discutible, pues se le considera a la derecha de la derecha que supone el PP. Incluso ayer Adriana Lastra, que luego es verdad que se disculpó, pero dijo que Rivera se ha vuelto Jose Antonio ¿A usted todo eso qué le parece?

 

R-Bueno, sobre esa manifestación creo que ha pedido disculpas y no tengo nada más que decir. Pero a mí me parece absolutamente legítimo que un partido cuestione aquello que considera oportuno y si, en este caso Ciudadanos cuestiona el sistema de concierto vasco y lo dice, ya está. Yo no lo cuestiono. No lo cuestiono porque a mí me parece que si efectivamente se hace bien, pues debería de ser neutral y si contribuye a la solidaridad…yo creo que antes me he explicado con claridad. Y creo que hay suficientes cosas para mover en la Constitución para no pasarnos en algunas ¿no? Porque, en fin, tampoco conviene, digamos suscitar controversias en determinados lugares donde todos sabemos los problemas que tenemos. Ahora, que se necesita cambiar la Constitución, oiga, es que eso es de cajón. Y además, se necesita al margen de lo que ha ocurrido en Cataluña. Hay que hacerlo porque tiene 40 años y porque mire, esta Constitución, cuando se hizo, no sabía como iba a quedar España… Es decir, en la Constitución no se dice ni el número de comunidades autónomas. ¿Por qué?  Porque no sabían si iban a ser 3, 20 o 17. Ahora sí, hay 17, esas 17 tienen que aparecer en la Constitución y tienen que aparecer las competencias de las autonomías y las competencias del Estado porque el asunto está abierto. Porque fíjese, las competencias en las autonomías se fueron trasladando a partir de leyes orgánicas, con mayorías coyunturales, no fueron los Constituyentes los que lo hicieron. Por tanto, eso hay que cerrarlo. Tenemos ahora un país que es federal aunque no se llame así, de corte federal, y una Constitución que no lo es. Y entonces habrá que federalizar bien al país, es decir, aplicar aquellas técnicas federales que hagan que mejore, que funcione mejor, que sea más operativo, más eficaz y, a la vez, una Constitución que no es federal adaptarla al país. Esa es la cuestión, parece sencillo pero otra cosa es hacerlo, que no tiene nada de sencillo. Por muchas razones y ahora mismo por la propia composición de las Cortes Generales y ahí tenemos que admitir que hay 100 diputados pues que unos quieren hacer, digamos, un proyecto constituyente absolutamente nuevo, otros están comprometidos exclusivamente con sus territorios y luego entre las tres fuerzas constitucionalistas no hay un acuerdo cerrado porque la única que tiene una posición que ya viene de Granada es el PSOE. Es decir, ahí habíamos decidido que era nuestro acuerdo y el nuestro, cerrado para nosotros, pero abierto al resto de las fuerzas políticas, porque habrá que hablar, habrá que llegar a acuerdos y ceder cada uno. Pero convenía saber cuál es la posición de los otros dos. Insisto, incluso así, es muy difícil en fin que esto avance a una cierta velocidad de crucero cuando tenemos la composición que tenemos en las Cortes Generales y las posiciones que también todos somos capaces de detectar.

 

P –Y un presidente del Gobierno que ya ve usted que tampoco es muy entusiasta con la reforma de la Constitución. Dice que él se ha comprometido a hablar, pero no a avanzar mucho más…

 

R -Bueno, se ha comprometido… Lo importante es hablar. En fin, los que vivimos la Constitución vigente, el momento de la Transición, quizá no sea comparable, no quiero hacerlo, pero entonces la gente se sentaba y hablaba. Y a veces hablaba y no iba con nada preconcebido y salieron cosas…. En fin, no todo bien, pero yo creo que en términos generales sí, salió bien, francamente bien. Ahora, si no se habla pues entonces no sale nada.

 

P- Me acompañan Anabel Díaz, Raúl del Pozo y Miriam González. Seguro que quieren plantear alguna pregunta rápida.

 

Raúl del Pozo:

Me gustaría preguntarle como se ve desde Covadonga la rebelión de Cataluña y como ha visto usted el proceso del no es no al sí es sí.

 

R-Bueno, a ver, lo de Cataluña lo ví como una crónica ya muy, muy anunciada. Fíjense, yo recuerdo que hace un año, cuando estaba al frente de la gestora, entonces les decía ya a mis compañeros, todo el proceso que estábamos viviendo estaba complicado por el hecho de que se estaba viviendo, que existía un proceso de secesión en Cataluña liderado por cargos electos que presidían las instituciones de autogobierno de aquella comunidad. Y lo curioso es que además habían dicho exactamente lo que iban a hacer. Es decir, vamos a hacer un referéndum, vamos a hacer una ley de transición…. Ya lo habían dicho todo. Y fíjese son de fiar en eso hicieron exactamente aquello que habían dicho, hasta llegar al resultado catastrófico final en el que, a mi juicio, hicieron el ridículo, que es un lugar del que en política es muy difícil volver. Pero todo estaba anunciado… Por lo tanto, lo veo ya como lo veía entonces, lo que pasa que, en fin, no les daba la credibilidad de acción que luego efectivamente han tenido… Pero bueno es un asunto dramático para el país y ahora no se puede mantener equidistancia entre la DUI y el llamado 155, porque yo oigo hablar del 155 como si fuera pues las decisiones que tomó aquel decreto de nueva planta de Felipe V llevado al siglo XXI…. No, es la consecuencia de una crónica, insisto, anunciada que, desdichadamente, los independentistas llevaron a cabo hasta el final. Luego lo veo de esa manera ya muy elaborada porque estaba previsto. En cuanto a lo que me decía del no es no…

 

P- Del no es no al sí es sí…

 

R- A ver, en esto de la política hay que tener paciencia, algo de sentido del humor y sobre todo, mucha amnesia. Y yo me aplico mucho a la amnesia, digamos que en ese sentido estoy cultivando el olvido.

 

P- Anabel Díez le quiere hacer una pregunta…

 

Anabel Díez: Buenos días presidente. De la respuesta que le ha dado a Raúl del Pozo, hay que entender entonces que usted reprocha o no reprocha a Pedro Sánchez ese cambio en relación al 155 vamos, entre otras cosas, todavía no ha habido así nada muy importante que apoyar al Gobierno, pero en el 155, ¿a usted le parece que ese cambio es pertinente o se lo reprocha?

 

-No, no, yo creo que el PSOE está en este asunto donde debía estar. Y por tanto no se lo reprocho, al contrario, me parece un activo del partido y una decisión adecuada el colocarse en el asunto catalán y en los procesos que hemos vivido al lado de la Constitución y las leyes. Y, además, en ningún caso esperaba que ocurriera de otra manera. Por tanto, no, no, en eso ningún reproche, no.

 

 

 

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