La gripe vuelve a repuntar en Asturias durante la última semana del año

La gripe vuelve a repuntar en Asturias durante la última semana del año

 

-        La incidencia crece en todos los grupos de edad, especialmente entre los menores de cinco años

 

La onda epidémica estacional de la gripe aumentó sensiblemente en la última semana de 2016 hasta alcanzar niveles de intensidad muy altos, con 635,9 casos por 100.000 habitantes, frente a los 433 del anterior período analizado. La incidencia crece en todos los grupos de edad, pero especialmente entre los menores de cinco años.

 

Tras el ligero retroceso de la enfermedad en la penúltima semana del año, el repunte podría estar relacionado con las condiciones metereológicas, con una situación anticiclónica y un clima frío y seco que favorece una mejor supervivencia del virus en el exterior.

 

En estas circunstancias, no es posible determinar con exactitud cuándo se alcanzará el pico máximo de la temporada, aunque la previsión que barajan las autoridades sanitarias es que la fase de descenso se inicie a lo largo de este mes. No obstante, las previsiones de la evolución de la gripe deben tomarse siempre con mucha precaución.

 

En el norte del país, solo Aragón, Cantabria y Navarra permanecen por debajo del umbral epidémico, mientras que en la mitad sur de la península y en Canarias la circulación del virus es esporádica o local. La tasa global de incidencia de gripe aumenta desde 91 hasta 138 casos por 100.000 habitantes.

 

En España se han notificado hasta ahora 209 personas hospitalizadas en 16 comunidades autónomas. De ellas, 61 han sido admitidas en UCI y 19 han fallecido. El mayor número de casos se da en el grupo de edad de más de 64 años (65%) seguido del de 45 a 64 (20%).

 

El 88% de los pacientes con información disponible presentaban factores de riesgo de complicaciones derivadas de la gripe. En los adultos, los más prevalentes son la enfermedad cardiovascular crónica (40%), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (36%) y la diabetes (34%). Entre los menores de 15 años, los factores de riesgo más comunes son la enfermedad pulmonar crónica (6%) y la enfermedad cardiovascular crónica (6%). El 70% de los pacientes desarrolló neumonía y 40 casos ingresaron en UCI. De los 169 pacientes pertenecientes a grupos recomendados de vacunación, el 66% no había recibido la vacuna antigripal de esta temporada.

 

Evolución en el Principado

 

En Asturias, durante esta temporada se han notificado 37 casos graves, con una tasa de 11,2 por 100.000 habitantes. De ellos, el 35% requirió ingreso en la UCI (13) y se han registrado 8 fallecidos (22%). Los más afectados son los varones (60%) y las personas mayores (el 76% de los casos se da a partir de los 65 años y el 84% a partir de los 50 o más).

 

El 86% de los casos presentaba algún factor de riesgo, principalmente enfermedades cardiovasculares (51%), metabólicas (43%) y pulmonares (30%). El 59% de los afectados con factores de riesgo no había sido vacunado.

 

Los fallecidos tenían entre 50 y 84 años, todos presentaban factores de riesgo, principalmente cardiovasculares, metabólicos e inmunosupresión, y el 63% no estaba vacunado.

 

Sanidad recuerda que la gripe es generalmente una enfermedad benigna de alta incidencia que produce fundamentalmente síntomas respiratorios. Está causada por un virus y se contagia muy fácilmente. Se transmite de persona a persona principalmente al hablar, toser o estornudar y por gotitas de saliva o secreciones nasales que pueden quedarse en las manos, en otras superficies o dispersas en el aire.

 

Los buenos hábitos ayudan a disminuir la transmisión del virus y constituyen la acción más efectiva para protegerse y proteger a los demás. Es muy importante evitar el contagio, especialmente al toser o estornudar, y para ello se recomienda:

 

  • Utilizar pañuelos de papel para taparse la boca y la nariz cuando se tosa y se estornude. Si no se dispone de pañuelo de papel, se debe toser y estornudar sobre la manga de la ropa (en el hueco del codo) para evitar contaminar las manos.
  • Tirar los pañuelos de papel después de utilizarlos.
  • Lavarse a menudo las manos con agua y jabón.
  • Mantener una buena ventilación de los espacios cerrados.
  • Limpiar con frecuencia las superficies que se tocan con las manos como los pomos de las puertas, los interruptores, etcétera.

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