Greenpeace denuncia el plan de contingencias ante vertidos de Cairn Energy en el Ártico por inadecuado

Greenpeace denuncia el plan de contingencias ante vertidos de Cairn Energy en el Ártico por inadecuado
Greenpeace acusa a la compañía escocesa Cairn Energy de completa irresponsabilidad después de analizar, junto a relevantes expertos internacionales, el Plan de contingencias ante vertidos de petróleo en el Ártico asociado a las actividades de exploración de la petrolera en Groenlandia.
El profesor Richard Steiner, ex profesor en la Universidad de Alaska, veterano biólogo marino reconocido como experto internacional sobre vertidos de petróleo y una autoridad mundial en el accidente del Exxon Valdez ha realizado una revisión de los documentos de Cairn para Greenpeace y ha advertido de que la petrolera, "exagera enormemente la eficacia potencial de cualquier respuesta a vertidos".

“El plan de Cairn hace muchas suposiciones cuestionables en su análisis de riesgo y de respuesta a vertidos. Subestima dramáticamente el tamaño y el impacto potenciales de una explosión de uno de sus cuatro pozos, y exagera de manera extrema la eficacia potencial de cualquier respuesta a derrames. La respuesta a vertidos en mares cubiertos de hielo es prácticamente imposible, y este plan no aborda adecuadamente la magnitud de las necesidades logísticas para hacer frente a un derrame en las costas de Groenlandia".

La empresa, que empezó a perforar en las costas de Groenlandia hace aproximadamente dos años,
perfora en la actualidad al menos cuatro pozos exploratorios en las aguas heladas del estrecho de Davis (Groenlandia). Algunos de ellos alcanzan profundidades de hasta 1.500 metros, similares a las del accidentado pozo Macondo de BP en el golfo de México.

Contra las normas del sector, Cairn Energy se había negado a publicar su Plan de prevención y contingencias en caso de vertido de petróleo en el Ártico. Para forzar la publicación de estos documentos, Greenpeace llevó a cabo una serie de acciones directas: ocupó su sede en Edimburgo y escaló en repetidas ocasiones su plataforma de perforación petrolífera en el Ártico. Finalmente, a principios de agosto el gobierno de Groenlandia publicó los documentos en respuesta a la fuerte presión pública y política por parte de, entre otras, 100.000 personas que firmaron una petición de Greenpeace a la compañía.

"No es de extrañar que Cairn no quisiera dar acceso a su plan de respuesta a vertidos. Cairn juega a la ruleta con uno de los ambientes más frágiles e importantes del planeta. ¿Por qué entonces el Gobierno español debería dejar que una empresa tan irresponsable pueda perforar las aguas del golfo de Valencia y de las Baleares?" ha añadido Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Cambio climático y Transporte de Greenpeace en España.

Greenpeace quiere resaltar estos puntos clave del Plan de Cairn Energy y del análisis realizado por los expertos:

1) La compañía admite que las operaciones de limpieza se detendrían durante todo el invierno ártico. De hecho afirma que "en presencia de hielo, la respuesta puede estar limitada a la vigilancia del derrame y las operaciones de recuperación se reanudarían una vez que se haya completado el deshielo". Sin embargo, si se produjera una explosión del pozo hacia el final de la temporada de perforación, no sería posible completar el pozo de alivio hasta enero, momento en que habría llegado ya el hielo provocado por el invierno ártico”.

2) Según algunos científicos, en el caso de un derrame no se conocen técnicas capaces de detectar petróleo atrapado debajo de la capa de hielo de forma remota, por lo que la petrolera no tendría otra opción que perforar al azar a través del hielo en el intento de encontrar el petróleo atrapado. Cairn afirma que puede cortar secciones de hielo del mar impregnado de petróleo para eliminarlas y luego fundirlas en un almacén climatizado. Los expertos contactados por Greenpeace destacaron que no hay pruebas acerca de si esta técnica es eficaz o de si ya ha sido probada adecuadamente.

3)
Cairn subestima el peor de los casos que pueda darse en un vertido en el Ártico, alegando que en la mayoría de los casos se filtrarían unos 5.000 barriles por día para un máximo de 37 días. El accidente del pozo Macondo de BP derramó unos 55.000 barriles al día durante 60 días. De acuerdo con el Plan de Cairn, la profundidad de algunos de los pozos que quiere explorar Cairn es similar y, similar la presión de los pozos. Steiner afirma que, como resultado, los pozos de Cairn podrían liberar cantidades comparables de petróleo, y ha declarado: "Los supuestos por los que se considera que este es el peor de los casos posibles son altamente cuestionables."

4) La petrolera admite en su Plan que el hielo se mueve por encima de cualquier vertido y en su movimiento atrapa petróleo y lo lleva consigo lejos de la zona de la posible explosión. Cairn se vería obligada al seguimiento de cada bloque individual de hielo y a recuperar el petróleo que está debajo. Una tarea casi imposible.

5) La lejanía y la escasa población de la costa de Groenlandia y Canadá hacen que el plan de limpieza de Cairn sea demasiado optimista. Cairn admite que "el medio ambiente costero en Groenlandia no facilita la contención, recuperación o protección, debido al sustrato rocoso desigual que prevalece en la región" y afirma: "En algunos casos es mejor dejar que las costas manchadas de petróleo se recuperen de forma natural."

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