El teléfono móvil ayuda a mejorar el reparto de ayuda en las catástrofes

El teléfono móvil ayuda a mejorar el reparto de ayuda en las catástrofes

Los datos de posicionamiento del teléfono móvil pueden utilizarse para rastrear los desplazamientos de la población cuando se producen catástrofes y brotes de epidemias. Así lo indica un estudio, publicado esta semana en la revista PLoS Medicine, que revela cómo se pueden obtener informes sobre la ubicación de las personas afectadas y que necesitan ayuda solo unas horas después de recibir los datos.

 

Los desplazamientos de la población después de las catástrofes dificultan que la ayuda de emergencia llegue a las zonas y en las cantidades adecuadas. Un nuevo estudio, dirigido por el equipo de Linus Bengtsson, investigador del Instituto de Karolinska (Suecia), analiza si la información de posicionamiento de las tarjetas SIM de los móviles puede utilizarse para calcular la magnitud y las tendencias en dichos desplazamientos.

 

Para ello, los autores colaboraron con el operador de telefonía móvil más importante de Haití para hacer un seguimiento prospectivo de los 1,9 millones de tarjetas SIM que había antes y después del terremoto de enero de 2010. Los resultados revelaron que las estimaciones de los desplazamientos realizadas a partir de los móviles eran más precisas que las realizadas ad hoc justo después del terremoto.

 

Además, el estudio publicado esta semana en la revista PLoS Medicine muestra un seguimiento de los desplazamientos de la población a través de los datos de las tarjetas SIM durante los primeros días del brote de cólera que sucedió al terremoto. El trabajo señala que estas estimaciones pueden obtenerse a partir de solo 12 horas desde la recepción de los datos.

Según los autores, este método puede aplicarse para realizar un seguimiento casi a tiempo real durante brotes de enfermedades infecciosas. “Recomendamos ponerse en contacto con los operadores de telefonía móvil antes de las emergencias, así como aplicar y seguir evaluando este método en futuras catástrofes”, declaran.

 

Sin embargo, aunque este método puede mejorar de forma considerable el reparto de la ayuda de emergencia, puede que no resulte efectivo para todas las situaciones, ya que las catástrofes pueden destruir las torres de telefonía móvil y algunas zonas tienen una cobertura escasa. Además, el uso del móvil es menor en niños y personas mayores.

 

Proteger la privacidad

 

En un artículo de perspectiva que acompaña al estudio, Peter Gething, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y Andrew Tatem, de la Universidad de Florida (EE UU), discuten el impacto potencial de los datos de posicionamiento de los móviles sobre las respuestas a la catástrofe y los retos que suponen desarrollar esta tecnología, como la necesidad de establecer protocolos para proteger la privacidad de la información.

“En un mundo cada vez más interconectado, mientras millones de personas sufran catástrofes naturales es probable que estos datos se conviertan en un valioso componente de las estrategias de respuesta a las catástrofes”, explican Gething y Tatem. “Bengtsson y sus colegas han dado el primer paso, pero posiblemente quede mucho trabajo por hacer hasta que su uso se convierta en un fenómeno común”.

 

En la imagen, damnificados tras el terremoto en Haití. Foto: Cruz Roja Internacional.

 

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