Cerca del 25% de los mensajes sobre salud en libros de texto, sin evidencia científica

Cerca del 25% de los mensajes sobre salud en libros de texto, sin evidencia científica

La mayoría de los textos escolares contiene mensajes relacionados con la salud. Sin embargo, uno de cada cuatro de ellos no se basa en ninguna evidencia científica como “respirar por la nariz en lugar de por la boca evita resfriados”. Así lo señala una investigación de la Unidad de Gestión del Conocimiento del Hospital de Baza (Granada), que publica la revista BMC Public Health.

 

“Analizamos un total de 844 mensajes de salud en libros de texto de educación primaria y secundaria para identificar el nivel de evidencia científica en la que se basan estos textos y los clasificamos en tres categorías: mensajes con nivel alto, medio o bajo de evidencia; mensajes con un nivel desconocido de evidencia o mensajes con ninguna evidencia conocida”, explica a SINC Inés Mª Barrio Cantalejo, investigadora del Hospital de Baza y autora principal del estudio.

 

El estudio, que publica la revista BMC Public Health., permitió recopilar la información entre el 1 de marzo de 2006 y el 1 de junio 2007 a partir de los libros de texto vigentes en la ciudad de Granada. Los textos escritos en idiomas distintos del español, "las guías para el profesor" y los libros que no contienen mensajes relacionados con la salud fueron excluidos.

 

“Hicimos una tabla para clasificar los mensajes y registramos los datos relativos al año y la materia del libro de texto. Identificamos 237 libros y revisamos de forma manual 129 que cumplían los requisitos anteriormente establecidos. Finalmente utilizamos 80 como muestra”, apunta Barrio Cantalejo.

Del total de libros de la muestra, el 73,7% (59 libros) eran de primaria y contenían 548 mensajes. El número medio de mensajes por libro ascendió a 10,6 y las concentraciones más altas de contenidos de salud se encontraron en el tercer año de secundaria (37%) y, por materia, en la asignatura de Biología y Geología (32,5%).

 

Asimismo, del total de los 844 mensajes estudiados, el 61% se clasificaron con un nivel desconocido de evidencia (informaciones tales como “los niños no deben cocinar sin ayuda de un adulto para evitar accidentes domésticos”) y el 15% correspondía a la categoría en la que se conoce el nivel de certeza científica.

Sin embargo, un 24,6% no manifestaba ninguna evidencia conocida (enunciados como “respirar por la nariz en lugar de por la boca evita resfriados” o “después de comer no nades, el proceso digestivo puede alterarse y puedes sufrir un corte de digestión”).

 

De los contenidos en los que se tenía conocimiento del nivel de evidencia, el 6% se clasificaron con un alto nivel de evidencia, como la afirmación “el cepillado dental en niños debe usar pasta con flúor”; y el 7,7% con bajo grado, como “el consumo de alcohol provoca malnutrición y afectación del tubo digestivo”.

Además, dos mensajes iban en contra de la realidad científica: “Ante una lesión muscular siempre hay que guardar reposo” y “hay que desinfectar las heridas con agua oxigenada”.

 

Los más rigurosos, los mensajes de salud bucal

Por temas, más del 70% de los mensajes relacionados con "dietas equilibradas y malnutrición", "higiene de los alimentos", "tabaco", "comportamiento sexual y el SIDA" y "descanso y ergonomía" se basaban en un nivel desconocido de evidencia. "La salud bucal", registra el mayor porcentaje de mensajes basados en un alto nivel de certeza (37,5%), seguido de "el embarazo y los bebés recién nacidos" (35%).

“Nuestros resultados sugieren la necesidad de establecer estándares que indiquen a profesores o editores de libros de texto escolares cómo seleccionar los mensajes de salud. Esto facilitaría la adquisición de conocimientos veraces sobre esta materia en los escolares”, concluye Barrio Cantalejo.

 

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