Un gen asociado a la delgadez predispone a enfermedades ligadas a la obesidad

Un gen asociado a la delgadez predispone a enfermedades ligadas a la obesidad

Un estudio internacional en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) descubre que un gen asociado con la delgadez predispone a padecer enfermedades metabólicas relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. Los investigadores han estudiado los genomas de 76.202 individuos de todo el mundo para buscar variantes génicas asociadas a la cantidad de tejido adiposo (grasa corporal) que alberga el organismo. El estudio está disponible en la versión on-line de Nature Genetics.

“Ahora sabemos que ser delgado no significa tener un riesgo bajo de padecer enfermedades metabólicas.

 

Además, hemos descubierto que son mayoritariamente los hombres los que tienen una variante del gen IRS1 (que está asociada con una menor cantidad de grasa corporal), que les hace a la vez más delgados y más susceptibles de padecer enfermedades metabólicas y cardiovasculares”, detalla la investigadora del CSIC Belén Peral, participante en el estudio. 

 

En el trabajo, liderado por Ruth Loos, de la Unidad de Epidemiología del Medical Research Council, en Cambridge (Reino Unido), ha colaborado un consorcio de investigadores de 72 instituciones científicas pertenecientes a 10 países, entre los que se encuentra el Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid.

 

Este trabajo ha partido de un estudio de asociación genética para buscar posibles correlaciones entre dos millones y medio de variantes génicas en todo el genoma humano y el porcentaje de grasa corporal de los más de 75.000 individuos. El estudio, además de confirmar la implicación de un gen previamente asociado con la obesidad, denominado FTO (por fat mass and obesity associated, sus siglas en inglés), ha identificado dos nuevas regiones en el genoma, una cerca del gen SPRY2 y otra cerca del gen IRS1.

 

La grasa más perjudicial es la que rodea los órganos

 

Los investigadores han encontrado que la reducción en la grasa corporal que tienen los individuos con dicha variante génica se debe a una menor cantidad de grasa subcutánea (presente bajo la piel) y no a una menor cantidad de grasa visceral (la que rodea a órganos como el hígado, el intestino, los riñones y el estómago) que es nociva para el organismo.

 

“Los individuos con la variante en el gen IRS1 podrían tener mermada su capacidad de almacenar grasa en el tejido adiposo subcutáneo, por lo que la almacenarían en el visceral, que perjudica el correcto funcionamiento de diversos órganos. Este fenómeno ocurre con mayor frecuencia en hombres que en mujeres, por eso muchos hombres aparentemente delgados acumulan más tejido adiposo visceral en el abdomen y lucen la vulgarmente conocida como barriga cervecera. Esta situación resulta más perjudicial para el organismo que la alternativa femenina de aumento del tejido adiposo subcutáneo en caderas y muslos”, destaca la investigadora del CSIC.

 

¿Por qué resulta más dañino para el organismo el incremento del tejido adiposo visceral que el del subcutáneo? Cuando el tamaño del tejido adiposo visceral supera unos límites, los ácidos grasos son liberados al torrente sanguíneo y se acumulan en el hígado y en otros órganos como el músculo. Si el fenómeno se agrava, pueden aparecer complicaciones metabólicas como la intolerancia a la glucosa o niveles excesivos de triglicéridos. De igual forma, si esta grasa se acumulase en el corazón conllevaría la aparición de las enfermedades cardiovasculares.

 

En esta línea de investigación, Peral publicó hace dos años un trabajo basado en estudios de expresión de proteínas en estos dos depósitos grasos, el visceral y el subcutáneo, que aportaba evidencias de por qué el tejido adiposo visceral es más nocivo que la grasa subcutánea.

 



Dejar un comentario

captcha