El SESPA plantea al Sindicato Médico retomar el diálogo sobre la jornada laboral

El SESPA plantea al Sindicato Médico retomar el diálogo sobre la jornada laboral

En relación con el supuesto pacto por la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Asturias  presentado ayer por el Sindicato Médico Profesional de Asturias, el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA), tras una lectura en profundidad del texto, no ha encontrado en el mismo ninguna aportación relevante a la sostenibilidad del sistema.

 

Todas las medidas de gestión que incluye ya están en marcha y sobre las mismas no cabe más que decir que el Servicio de Salud espera la leal colaboración profesional desde ya, pues la sostenibilidad del sistema público es un asunto que nos implica a todos, profesionales, ciudadanos y Administración.

Sin embargo estas medidas por sí solas, todas ellas necesarias, valiosas y muy bien acogidas por la mayoría de los profesionales, no resultan suficientes para garantizar la sostenibilidad del servicio público en una situación de caída de los ingresos como la actual por lo que es preciso tomar otras medidas de eficiencia que afectan a la organización del trabajo profesional y a la eliminación de gastos salariales extraordinarias poco sostenibles desde el punto de vista de la atención a los pacientes.

 

La exclusividad no se negocia.

 

Pese a los días de huelga transcurridos y a la difícil situación que vive la sanidad en todo el país, el SESPA no ha detectado ningún avance en lo que se  refiere a las reivindicaciones básicas del  SIMPA, y sí un importante retroceso como supone el hecho de abordar en este momento la cuestión de la exclusividad de los médicos. En este asunto, este Gobierno tiene una posición clara e irrenunciable y que es compartida por la inmensa mayoría de los trabajadores del Servicio Público de Salud. El Gobierno no tiene previsto establecer negociación alguna al respecto, y menos aún al ser una cuestión que está pendiente de un recurso ante los tribunales.

Facilitar la compatibilidad profesional entre la sanidad pública y la privada resulta absolutamente inaceptable e incoherente con la misión y valores del Servicio de Salud, con independencia del coste salarial que ello suponga. Las empresas más vinculadas al conocimiento así lo aplican con sus empleados de alta cualificación. No hacerlo así sería permitir una competencia desleal que el Servicio de Salud no está dispuesto a asumir.

 

Marco y metodología para el diálogo.

 

El SESPA demanda al Sindicato Médico, en aras de esta nueva pretendida voluntad negociadora que manifiesta, que desconvoque, como se le solicita desde diferentes ámbitos sociales, los nuevos paros previstos. También le propone retomar el diálogo profesional en un marco claro, ceñido a la ampliación de la jornada laboral de los trabajadores, y siguiendo las pautas metodológicas que ha habían sido pactadas.

La Gerencia del SESPA ha hecho públicos los puntos de debate en la aplicación de la jornada laboral, indicando, además, su disposición a trabajar intensamente en la búsqueda de acuerdos en los mismos, entendiendo que hay márgenes para el diálogo constructivo en esos asuntos. Así se ha puesto de manifiesto en el Protocolo para la aplicación del acuerdo firmado el pasado 22 de octubre con el sindicato UGT que demuestra mejor que nada la voluntad negociadora y la capacidad de llegar a acuerdos del SESPA.

 

El Servicio de Salud considera imprescindible que este sindicato mantenga una actitud de diálogo constructivo en un momento en que está en juego el mantenimiento de la empresa sanitaria, del SESPA, tal como la conocemos. El SIMPA debe mostrar una clara voluntad de superar esos cinco puntos críticos manejados hasta ahora, por lo que nuevamente reclamamos la suspensión de la huelga para desarrollar el diálogo en un clima de entendimiento profesional.

 

El Servicio de Salud lamenta que el SIMPA mantenga una posición de enroque en sus planteamientos de defensa a ultranza de su estatus profesional lo que complica aún más las necesarias negociaciones para normalizar la situación de la atención sanitaria en Asturias.

Es una posición que no ha variado desde el pasado mes de agosto a pesar de que en otras comunidades autónomas, aún con gobiernos de otro signo político, se han puesto en marchas medidas de ajuste que, en algunos casos, son equivalentes a las de Asturias y en otros muchos bastante más lesivas para los intereses de los profesionales. En la realidad del país, como ya advertíamos desde siempre, no somos tan diferentes en algunas medidas, aunque sí en los objetivos que en nuestro caso será siempre el de la defensa de un servicio público, accesible, universal y de calidad.

 

Malestar en la población.

 

El Servicio de Salud recuerda asimismo que estas protestas están provocando un hondo malestar en la ciudadanía, perjudicando individualmente a muchos pacientes, y está afectando a un servicio público esencial que llegaría a carecer de sentido si no cumpliera con su fin último: la prestación de servicios sanitarios de calidad al conjunto de la población,  algo que el Servicio de Salud no va a consentir en ningún caso.

 

Defensa de las competencias de la Consejería

 

La Administración sanitaria asturiana está entre las más austeras de España, por lo que rechaza todo discurso que trate de deslegitimar las funciones de Salud Pública, Planificación, Ordenación Sanitaria y Consumo, y mucho menos la actividad profesional de los equipos de expertos en esas materias que trabajan en la Consejería en  tareas que son todas ellas esenciales en  un país moderno. Aceptar la desaparición de estos órganos, equivaldría a asumir una situación de inercia y desgobierno que acabaría con la descomposición del sistema público de salud.

 

El SESPA entiende que el documento presentado por el sindicato pretende condicionar el ejercicio legítimo de la acción de gobierno y del propio Parlamento Regional al exigir modificaciones en las normas legislativas impulsadas por las instituciones que tienen esa competencia. Este fenómeno, que no se produce en otros territorios del país, donde sí se toman medidas de gestión muy lesivas para el interés general y de los profesionales; resulta absolutamente incomprensible e inaceptable.

Finalmente, el SESPA mantiene su posición de retomar las negociaciones en un nuevo marco menos tensionado

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