Investigadores de Oviedo hallan una nueva técnica contra la pesca furtiva

Investigadores de Oviedo hallan una nueva técnica contra la pesca furtiva

Investigadores de la Universidad de Oviedo han desarrollado un método para marcar la pólvora, lo que permite detectar su uso ilegal incluso después de su detonación. La técnica, basada en la adición de isótopos, también se puede aplicar para seguir y diferenciar a los peces salvajes, como truchas y salmones, de los de piscifactoría.

 

Un nuevo método para marcar e identificar objetos, sustancias y seres vivos se acaba de presentar este mes en la revista Analytical Chemistry. Sus creadores son científicos de la Universidad de Oviedo, que han patentado un procedimiento para incorporar marcadores químicos a los productos de tal forma que se los pueda identificar de forma inequívoca a lo largo del tiempo.

La técnica consiste en añadir al objeto a seguir dos isótopos (formas de un mismo elemento químico pero con distinto número de neutrones), estables (no son radiactivos), y en una proporción determinada. Después, con un instrumento denominado espectrómetro de masas se puede comprobar si una muestra presenta la relación de isótopos predefinida. En caso afirmativo, se trata del producto marcado.

“Esta tecnología tiene aplicación en el marcaje encubierto de sustancias y objetos manufacturados, como explosivos, joyas, obras de arte, alimentos y drogas de abuso, lo que ayuda a prevenir fraudes y falsificaciones”, explica José Ignacio García Alonso, uno de los autores. “Mediante unas técnicas analíticas sencillas se puede asegurar la trazabilidad de un producto desde su origen, además de detectar los posibles usos ilícitos”.

Los investigadores han aplicado este método a la pólvora, como ejemplo de explosivo, añadiendo dos isótopos del estaño (Sn117 y Sn119). Tras preparar tres mezclas diferentes –con proporciones isotópicas distintas para poderlas distinguir–, los resultados revelan que después de detonarlas todavía se pueden detectar las marcas adicionadas en los restos de la explosión.

“Este procedimiento también se puede emplear para marcar otros explosivos de uso civil o militar, e incluso llegar a identificar el producto que se ha utilizado en un ataque terrorista”, comenta García Alonso.

 

Sin riesgo para la salud ni el medio ambiente

El investigador también destaca que la técnica se puede emplear en organismos vivos sin riesgos para la salud ni el medio ambiente: “Son isótopos que tenemos todos, lo único que hacemos es cambiar las proporciones”. El seguimiento de la dispersión de las semillas o el de las poblaciones de peces son estudios científicos que se pueden beneficiar de esta tecnología.

De hecho, el equipo ha empleado con éxito isótopos de bario (Ba135 y Ba137) para marcar truchas. Además, el marcador inyectado en las hembras es transgeneracional, es decir, que pasa a las huevas y, por tanto, a la primera generación de alevines. La información isotópica se almacena de por vida en los otolitos, unas estructuras calcáreas del oído interno de los peces de donde se extraen las muestras.

“También se pueden inyectar diferentes marcas en las truchas, de tal forma que el procedimiento puede hacerse específico para los descendientes de un solo individuo o de un grupo de ellos”, destaca García Alonso.

 

En la actualidad este método se emplea para valorar la eficacia de la repoblación de salmones en los ríos de Asturias. Los científicos inyectan una marca química a los salmones salvajes y otra distinta a los de piscifactoría. Cuando los alevines criados en cautividad se devuelven al río, se puede determinar la eficacia del proceso de repoblación y, de forma indirecta, estimar la población total de salmones en sus aguas.

Ilustración conceptual del método de marcaje

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Imagen: J.I.García Alonso et al.

Las fichas negras representan la cantidad de un elemento químico de abundancia isotópica natural, mientras que las azules y verdes indican la cantidad del mismo elemento con la abundancia isotópica alterada. El “color” del elemento muestra su distribución isotópica, que se puede medir mediante espectrometría de masas. En el primer caso la proporción entre fichas azules y verdes es 1/3 y en el segundo 1/1. Esta relación, que indica la marca efectuada, es independiente del número de fichas negras

 

FOTO: Marcaje de una trucha con isótopos inocuos. Imagen: J.I.García Alonso.

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