“Pasar de fase no significa que tengamos que relajarnos”, advierte el consejero de Salud

“Pasar de fase no significa que tengamos que relajarnos”, advierte el consejero de Salud

El consejero de Salud, Pablo Fernández, ha señalado hoy que “pasar a una nueva fase significa disminuir las restricciones, pero eso no implica que tengamos que relajarnos”. En este sentido, ha subrayado que la prudencia y la responsabilidad son especialmente necesarias en los entornos sanitarios y sociosanitarios, pero también en los espacios comunes de la vida cotidiana.

Durante su comparecencia telemática ante el grupo de trabajo de la Junta General sobre la pandemia del coronavirus, el titular de Salud ha reconocido que el Gobierno sopesó retrasar la solicitud de paso a la fase 3 por los brotes en dos residencias geriátricas de Oviedo y Gijón, pero finalmente, ha añadido, se planteó la petición al Ministerio de Sanidad porque “se controlaron en tiempo y forma”. A su juicio, el sistema está preparado para detectar pronto cualquier repunte de la enfermedad.

El consejero también se ha referido a los resultados preliminares de la segunda oleada del Estudio Nacional de Seroprevalencia, que corroboran que el Principado es una de las comunidades menos expuestas al virus. Por esta razón, ha pedido a la ciudadanía que actúe con “prudencia y sensatez” para no perjudicar a los miles de profesionales que atienden a las personas afectadas por la covid-19, galardonadas con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia. “Es sencillo: utilicemos mascarillas, respetemos la necesaria distancia de seguridad y mantengamos la higiene de manos”, ha recomendado.

Por su parte, el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, ha explicado que la variación de cifras sobre nuevos casos y fallecidos por coronavirus se debe a los decalajes de los sistemas de información. “La información epidemiológica es técnicamente impecable para tomar decisiones individuales y poblacionales”, ha subrayado.

En este sentido, ha agregado que en Asturias se está aplicando un criterio de “máxima sensibilidad” en el recuento del número de víctimas, de manera que se incluye como covid-19 a aquellos fallecidos por otras causas que ya habían superado la enfermedad.

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