Las biólogas Joanne Chory y Sandra Myrna Díaz, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica

Las biólogas Joanne Chory y Sandra Myrna Díaz, Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica

Las biólogas especialistas en plantas Joanne Chory (Estados Unidos) y Sandra Myrna Díaz (Argentina) han sido galardonadas con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2019, según ha hecho público hoy en Oviedo el jurado encargado de su concesión.

El jurado de este Premio –convocado por la Fundación Princesa de Asturiasestuvo presidido por Pedro Miguel Echenique Landiríbar e integrado por Jesús A. del Álamo, Juan Luis Arsuaga Ferreras, Alicia Asín Pérez, César Cernuda Rego, Juan Ignacio Cirac Sasturáin, Miguel Delibes de Castro, Elena García Armada, Clara Grima Ruiz, Amador Menéndez Velázquez, Sir Salvador Moncada, Ginés Morata Pérez, Enrique Moreno González, Adriana Ocampo Uría, Peregrina Quintela Estévez, Inés Rodríguez Hidalgo, Manuel Toharia Cortés, María Vallet Regí y Santiago García Granda (secretario).

Esta candidatura ha sido propuesta por Juan Carlos del Olmo, miembro del jurado del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2019.

El trabajo que desarrollan las biólogas Joanne Chory y Sandra M. Díaz, por separado, las ha situado en la vanguardia de nuevas líneas de investigación con futuras implicaciones destacadas en la lucha contra el cambio climático y sus efectos y en la defensa de la biodiversidad.

Joanne Chory (Methuen, EE. UU., 19 de marzo de 1955) se graduó en Biología en el Oberlin College (Ohio) y se doctoró en Microbiología en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign en 1984. Realizó estudios postdoctorales en Harvard y en 1988 se incorporó al Instituto Salk, donde ha ocupado diversos puestos, entre ellos el de directora de Investigaciones y del Laboratorio de Biología Celular y Molecular de Plantas. Desde 1997 es investigadora del Howard Hughes Medical Institute y, desde 1999, es también profesora asociada de la Universidad de California en San Diego. Su campo de investigación se ha centrado en el estudio de los mecanismos que regulan el funcionamiento de las plantas, desde el nivel molecular hasta el celular, así como las reacciones de estas a condiciones ambientales de estrés. Para llevar a cabo sus investigaciones ha utilizado un organismo modelo, la Arabidopsis thaliana, desvelando aspectos relevantes sobre los genes implicados en funciones como la sensibilidad a la luz, las hormonas que regulan el crecimiento de la planta y la respuesta ante el estrés hídrico. Son especialmente reconocidas sus aportaciones sobre el papel del fitocromo, una proteína vegetal sensible a la luz roja e infrarroja, y la corregulación de genes que participan en la fotosíntesis.

También estudia el desarrollo de plantas capaces de absorber hasta 20 veces más dióxido de carbono del aire que las normales liderando la Harnessing Plant Initiative del Instituto Salk. Se trata de un proyecto de investigación que lucha contra el calentamiento global y, por tanto, el cambio climático, a través de la optimización de la capacidad natural de las plantas para capturar y almacenar el dióxido de carbono y adaptarse a distintas condiciones climáticas, utilizando para ello las técnicas de edición genética más innovadoras, como la CRISPR.

Su trabajo ha sido reconocido con, entre otros, el Premio L’Oreal-Unesco para Mujeres en Ciencia, el Breakthrough en Ciencia de la Vida y el Gruber Prize in Genetics. Es miembro electo de The Royal Society (Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2011), de la American Association for the Advancement of Science (AAAS) y de la Academia de Ciencias de Francia, entre otras. Según Google Scholar acumula más de 60 000 citas, con un índice h de 124.

Sandra Myrna Díaz (Bell Ville, Argentina, 27 de octubre de 1961) se graduó en Biología en 1984 en la Universidad Nacional de Córdoba, donde se doctoró en 1989. Entre 1985 y 1991 fue becaria en el Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables de dicha universidad y realizó una estancia posdoctoral en la Universidad de Sheffield. En 1993 regresó como profesora a la Universidad de Córdoba, donde actualmente es investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, entre otros cargos. También ha participado en actividades e informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático y de la Convención Internacional de Diversidad Biológica.

Referencia científica en el área de la ecología y especializada en botánica, participó en el desarrollo de una herramienta metodológica para cuantificar los efectos y beneficios de la biodiversidad de las plantas y la ecología vegetal de los ecosistemas y su aprovechamiento humano en forma de combustible, materiales, medicinas, tintes, alimentación, protección hídrica y otras aportaciones, así como el papel de la biodiversidad para contrarrestar el cambio global, por ejemplo, mediante el secuestro de carbono atmosférico.

Es miembro electo, entre otras, de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, la Academia de Ciencias de Francia y de The Royal Society (Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2011). Entre sus numerosos galardones destacan los premios Konex de Platino en Biología y Ecología, el Zayed al Liderazgo en Medio Ambiente, el Bernardo Houssay y el Ramón Margaleff de Ecología. De acuerdo con Google Scholar, sus artículos han recibido más de 40 000 citas y su índice h es de 81.

Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según señala su Reglamento, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupo de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica se concederá a la “labor de cultivo y perfeccionamiento de la investigación, descubrimiento y/o invención en las matemáticas, la astronomía y la astrofísica, la física, la química, las ciencias de la vida, las ciencias médicas, las ciencias de la Tierra y del espacio y las ciencias tecnológicas, así como de las disciplinas correspondientes a cada uno de dichos campos y de las técnicas relacionadas con ellas”.

En esta edición concurrían un total de un total de 46 candidaturas procedentes de 23 países.

Este ha sido el séptimo de los ocho Premios Princesa de Asturias que se conceden este año, en que cumplen su trigésimo novena edición. Anteriormente fueron otorgados el Premio Princesa de Asturias de las Artes al dramaturgo Peter Brook, el de Comunicación y Humanidades al Museo Nacional del Prado, el de Cooperación Internacional al matemático e ingeniero Salman Khan y la Khan Academy, el de los Deportes a la esquiadora Lindsey Vonn, el de las Letras a la escritora Siri Hustvedt y el de Ciencias Sociales al sociólogo Alejandro Portes. La próxima semana se fallará el Premio Princesa de Asturias de la Concordia.

Cada uno de los Premios Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón− un diploma, una insignia y la cantidad en metálico de 50.000 euros. Los galardones serán entregados en otoño en Oviedo en un solemne acto presidido por SS.MM. los Reyes.

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