¿Peleamos?

¿Peleamos?

Si te dijera que una persona necesita que dones sangre para salvarle la vida

 

¿lo harías?

 

Fernando es un pequeño gladiador que aprenderá a caminar en los pasillos de un hospital, sus amigos son otros niños que, como él, apenas tienen fuerzas para jugar, sus ángeles son las enfermeras y médicos, sus héroes sus padres y sus juguetes los tubos. Si te dijera que tú podrías cambiar todo esto, que podrías darle la vida símplemente donando sangre… ¿lo harías?

 

Ayer fue el cumpleaños de Álvaro:  2 añitos y una gran sonrisa.  Detrás se esconde una enfermedad (leucemia mielomonocítica crónica juvenil) que le limita los juegos que caracterizan a los niños de esta edad, y el sentimiento de incertidumbre y desánimo de unos padres que no entienden cómo puede ser que la vida de su hijo sea precaria cuando la solución es tan sencilla.

 

Prueba de fondo agotadora

 

Janire padece aplasia medular en recaida.  No es ninguna niña, pero tiene una vida por delante.  Que sea una vida plena, con los problemas que tiene la vida de por si a los 31 años, sin más añadidos, depende de algo tan, tan fácil, que el que no se consiga es realmente frustrante. Un año luchando por encontrar un donante, con amigos y desconocidos que han apoyado y supuestos amigos que se cruzan de brazos, un año en una continua montaña rusa de sentimientos que la han agotado, porque ¡la solución no está en sus manos!

 

¡La solución está en cada uno de nosotros!

 

Y como ellos muchos, demasiados.

 

Como cuentan los Peleones Peleones en su blog http://donamedula.com/ y he mencionado con anterioridad, el procedimiento es muy sencillo:

 

   1.-  Para declarar que quieres ser donante de médula has de donar un poco de sangre (además de firmar unos papeles una vez informado de todo el procedimiento.  Pregunta en tu centro de salud, comencemos a mostrar que algo debe cambiar.  Si no te hacen caso, llama al teléfono gratuito dela Fundación José Carreras 900 32 33 34, quienes con toda amabilidad te indicarán a donde puedes ir).

 

2.-  Si tienes la suerte de que tu sangre resulta compatible con algún enfermo del mundo te llamarán y podrás elegir el procedimiento:

     1) Recolección de la médula ósea por punción.

Es un procedimiento quirúrgico (sólo se utiliza en el 5% de los casos y si el donante lo consiente).

     2)  Aféresis o donación de progenitores hematopoyéticos de sangre periférica.

Se utiliza en el 95% de las ocasiones. Cinco días antes de donar te ponen unas inyecciones subcutáneas. El día de la donación te pinchan en los dos brazos. Por uno de ellos, sale la sangre que pasa por una máquina de aféresis. Esa máquina de aféresis se queda sólo con las células que necesita. El resto de la sangre te la devuelven por el otro brazo. Son unas 5 horas en una camilla o silla reclinable viendo la tele, leyendo una revista y pueden acompañarte. No es necesaria anestesia, no duele ni es peligroso, en todo caso, aburrido. 

 

Está claro que si la Administración se pusiera las pilas, con una campaña seria de donación de médula a nivel nacional en los centros de salud (incluso en los centros escolares, mutuas, empresas, etc.) que informara sobre el procedimiento y pusiera todos los medios para facilitar esta donación todo sería más sencillo.  Pero mientras esto ocurra…

 

¡la solución está en tus manos!

 

¿Peleamos?

 

 

 

 

Inmaculada Eiroa Luces

 

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