Una ventana a la esperanza

Una ventana a la esperanza

 

Muchos de nuestros ancianos viven ajenos a lo que ha sucedido hoy en Madrid, unos por ignorancia, otros por falta de información y otros porque no reconocen ni son conscientes de la realidad en la que viven.

Seguro que nunca serán conscientes de esto ni su enfermedad tendrá cura, tal vez pasen sus últimos años de su vida viviendo en paralelo con los investigadores y las fases definitivas del tratamiento de su enfermedad, lamentablemente han llegado demasiado pronto a ella, pero sus familiares más jóvenes, tendrán una oportunidad que ellos no pudieron tener por nacer unos cuantos años antes, es ley de vida.

 

Hoy en Madrid entre muchos otros actos, ferias, congresos,etc, hay un acontecimiento que debe destacar  por encima de cualquier resultado deportivo o político, y que sin ser definitivo abre una ventana a la esperanza para muchos posibles futuros enfermos, lamentablemente y como suele ser en medicina, el tiempo tiene que pasar para que acontezca la noticia definitiva de uso en humanos.

 

El Alzheimer puede tener-eso esperemos-un tratamiento, una vacuna.

 

Esto es lo que hoy en Madrid el Dr. Cacabelos, catedrático de biotecnología y genómica y su equipo del centro de investigación biomédica de la Coruña presentan en sociedad, dando un paso enorme hacia la cura de esta degenerativa enfermedad.

 

Obtenido el beneplácito de la comunidad internacional, tan sólo queda comenzar los ensayos clínicos en humanos, ya que aunque los resultados en ratones transgénicos ha sido eficaz, hay que ser cautos.

En el 2000/01 se presentó la primera vacuna que debido a los graves problemas acaecidos con muerte de pacientes por microinfartos y meningoencefalitis letal, tuvieron que ser retiradas.

 

La actual vacuna tiene varios objetivos, limpiar los depósitos de proteína que es la que destruye al cerebro, obviar los problemas que produjeron las antiguas vacunas que fracasaron como la meningoencefalitis letal y los microinfartos que causaron muertes en varios pacientes, mencionados anteriormente.

 

Preventiva y terapéutica, dos conceptos fundamentales en un fármaco y esperanzador si se trata además de esta enfermedad.

Preventiva , ya que el paciente debuta cuando tiene entre  60/65 años y ya las neuronas le están muriendo por miles desde que el cerebro deja de madurar a los 30 años, con lo que tenemos 30 o 40 años para interceptarla y debe de ser terapéutica, ya que en las fases precoces de la enfermedad ha mostrado eficacia al reducir los síntomas.

Lamentablemente las miles de millones de neuronas que han muerto desde los primeras fases, no es posible resucitarlas, de ahí lo importante de la prevención.

 

Con un rango de beneficio de un 40 o 50% de la población, las expectativas no pueden ser más halagüeñas.

 Como todo fármaco, la línea de investigación tiene unos costes que muchas veces justifican los precios finales de determinados fármacos,siempre que sea seguro y eficaz, este se estima que sean  en torno  a los 15 o 20 millones de euros, o incluso más, sin sumar lo gastado hasta la fecha, unos 2 millones,

En la unión europea se gastan unos 160 millones de euros al año y en nuestro país entre 10 y 20 mil euros por paciente y año, entre gastos directos e indirectos.

 

Quedan no obstante unos 6-8 años para ver este sueño de muchas personas realizado y este nuevo concepto de medicina, la inmunoterapia que ya funciona actualmente en otro tipo de enfermedades sea factible.

Quedan muchas horas de investigación, pacientes ilusionados, pacientes expectantes y como no familiares deseosos de que su padre o su marido, pueda reconocerlo o al menos no olvidarlo.

 

Con todo ello no debemos crear falsas expectativas en la población, ya que esperando que sea útil en un segmento de la población que padece la enfermedad, siempre habrá como en cualquier enfermedad una parte no beneficiada, pero en eso consiste nuestra humanidad, la perfección no nos pertenece.

Mientras tanto, esperemos que les vaya bien

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