La ceguera

La ceguera

Llevaba unos días dándole vueltas al discurso del presidente de Mercadona, sus comentarios dejan siempre un análisis importante, ya que este está considerado como uno de los mejores empresarios nacionales, pero esta vez sus frases me llamaron mucho la atención, será verdad lo que dice? Su empresa estará enmarcada en esa responsabilidad social de la que tanto hablan?.

  Lo que está claro son sus resultados, el crecimiento que tiene, la contratación de personal, en la cual no pondremos objeciones ya que yo no soy quien para valorarlas, que creo que son admirables en nuestro sistema empresarial, más en la coyuntura actual. Pero daremos una vuelta a sus comentarios, analizando el despilfarro alimentario y las políticas del sector, con el despilfarro energético que llevan esas mismas políticas.

  En el primer punto, hablo del ahorro que supuso el eliminar las bolsas de los supermercados, según él 371 millones de euros, esa reducción seria buena si las bolsas no las fabricaran empresas, es decir que lo que no compraron otro lo tendría que dejar de fabricar, en ese caso tendríamos que mirar que cantidad de puestos de trabajo que se eliminaron para considerarlo ahorro neto real.

  En las cifras presentadas de beneficio empresarial, no entra el despilfarro alimentario que este sector tiene al año, ya que eso en los balances de empresa no se recoge en ningún apartado, ni tampoco hay datos sobre el mismo ya que este dato, se guarda con el máximo secretismo, esto lleva a que la ceguera del dinero sea constante.

  Pero hablaremos sobre datos oficiales a nivel Europeo y publicado por los estamentos oficiales. Cada Europeo se desprende anualmente de 179kg de alimentos que han llegado a la fecha de caducidad o obsolescencia (concepto introducido en el mundo empresarial, para duplicar producciones), esa decisión sobre la caducidad no la toma el consumidor o comprador, se basa en reglas de salubridad que muchas veces tendríamos que mirar que intereses defienden y en que están basadas. Yo en el ejército cuando realizábamos maniobras, nos daban latas de conservas con más de diez años de antigüedad, nos decían si no está hinchada se puede comer, y aquí estamos, cuando tienes hambre, comes una piedra.

 Las fechas de caducidad, junto a otros supuestos originados por problemas de producción, almacenamiento y normas de comercialización hacen que cada año se pierda el 50% de los productos comestibles, pero si tiramos esta cifra de alimentos, podremos multiplicar por 1000 el consumo de energía necesaria para su fabricación y derivados.

  Pero eso, lo tenemos que sumar al gasto energético que produce la fabricación del producto, el transporte del mismo, la fabricación de embalajes, la contaminación del desecho + la contaminación empresarial al producirlos, la cantidad de especies de animales que matamos  en exceso para nuestra alimentación( caza del tiburón solo para el consumo de las aletas, el resto de la carne se desprecia), ya que si tiramos la mitad para que matamos tantos animales, la química empleada en sus alimentos, el gasto de energía de las cámaras frigoríficas de los almacenes  + las de  nuestras casas para seguir conservando, las temperaturas medias de los establecimientos que lo comercializan, ya que una gran mayoría se conservan en cámaras abiertas sin puertas , la iluminación de los grandes centros comerciales, que son enemigos de la luz natural, maderas , vidrios, cartón, plásticos,  químicos  para lavar los platos que usamos, simplemente la cuestión es irracional e incomprensible.

   En Europa se tiran en datos oficiales 90 millones de toneladas de alimentos, dividas en 42% imputables al despilfarro particular, este punto lo dejamos para que ustedes lo analicen, si tiran por tirar o es la caducidad, el 39% la industria, el 5% la distribución y el 4% la restauración.

  En Europa hay 79 millones en el umbral de la pobreza, es decir que si tiramos 90 millones todas estas personas comerían gratis y podrían repetir o conservar  alimentos, y este dato de pobreza aumentara bastante en los próximos años, ya que la coyuntura actual será duradera, porque nuestro sistema económico (capitalista) está en situación de infarto total e irreversible.

  Desperdiciamos más comida en el mundo de la que podrían consumir todas las personas hambrientas, pero la energía va pareja a la producción es “indisociable”, si despilfarramos comida estamos haciendo lo mismo con la energía a mayor cuantía, ya que necesitamos mucha más, simplemente por nuestros sistemas de embalaje de productos, sistema de consumo establecido por el Marketing de los mismos y logística de distribución.

Esto es lo que  produce que  seamos rehenes de las grandes compañías energéticas, que en estos momentos son las únicas que dan desmesurados beneficios, y eso que estamos en recesión.

  En los países desarrollados, “que yo pondría lo de desarrollados entre comillas”,  si una economía se basa en crecimientos continuos, cuando sabemos que los recursos naturales son finitos, la lógica ya falla. En EEUU se despilfarran 40 millones de toneladas de alimentos cada año, esto daría para alimentar a 1000 millones de personas, es decir, casi alimentaríamos a CHINA durante ese periodo de tiempo.

  Por consiguiente, no me parece que el reducir las bolsas  del supermercado sea un ahorro o  que aporte algo a la sociedad, para mí es una maniobra de evasión por otros temas más aterradores, el ahorro real está en eliminar todo lo anterior, pero me llama la atención que no comentara cuantas bolsas vendieron a 0.50 céntimos, que es más menos lo que cobran por ellas, esto no lo dice, ya que esto va a la partida de beneficios.

   Los centros comerciales a nivel de eficiencia energética, están en una mayoría muy amplia, mal diseñado, por primar cuestión mucho más profundas  que afectan al comportamiento humano en la compra, de eso ya se encargan las técnicas de Marketing.

  Pero como  nos toca vivir en esta sociedad y en este sistema loco,  tengo que decir que como empresario está dando un ejemplo de cordura, lo que también me gustaría es que con tantos beneficios, se acordara de subir el sueldo a sus empleados, que una ayuda seguro que nos le viene mal.

  Todo está en nuestra manos, si queremos que el sistema cambie tendremos que empezar por nosotros mismos.

  Me atrevo a recomendarles para que les ayude al cambio, un libro de TRISTRAM STUART, denominado “EL DESPILFARRO”, las cifras aportadas son escandalosas, de este chico sale lo que denominan movimiento FREEGANS ,que simplemente es alimentarse de lo que tiran a la basura ciertos sectores, como el dice en su libro “comen mejor los cerdos que los seres humanos”, les llenara el alma , se les retorcijaran las tripas , pero sentirán alivio una vez comprendida la filosofía que traslada y seguro que serán más felices y obligaran a sus hijos a comérselo todo.

 

La pregunta del millón, seremos capaces?

 

Abrazos y gracias por dedicarle tiempo a lo  aquí escrito

 

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